Tipos y grados de obesidad: conoce la diferencia y cuáles existen
La obesidad es el resultado de un desbalance energético cuando se consumen más calorías de las que se gastan. El exceso de energía (calorías) produce esta acumulación de grasa.
Sin embargo, los grados de obesidad, así como los factores de riesgo y la ubicación de la grasa no son iguales en todos los pacientes. Es aquí donde entra la importancia de conocer los grados y tipos de obesidad que existen; ya que que esto influye mucho tanto en la duración del tratamiento como en los riesgos asociados y los factores que se deben tratar dependiendo del caso de cada paciente.
¿Cuál es la diferencia entre tipos y grados de obesidad?
Aunque muchos utilizan tipos y grados de obesidad como sinónimos, la verdad es que no se refiere a lo mismo. Grados de obesidad se refiere al nivel de obesidad que tiene una persona, basado en su IMC. Tipos de obesidad se utiliza para referirse a la manera en que la grasa se distribuye en el cuerpo o a las causas (factores de riesgo) que promueven la acumulación de grasa.
No podemos hablar de “tipos de obesidad” para referirnos a la severidad porque la enfermedad sigue siendo la misma, lo único que cambia es la acumulación de grasa que existe en cada grado.
Así, en lugar de hablar de obesidad tipo 1, tipo 2 o tipo 3; lo ideal es hablar de obesidad grado 1, grado 2 y grado 3. Teniendo esto en cuenta, conozcamos más acerca de los grados y tipos de obesidad:
¿Qué grados de obesidad existen según el IMC (Índice de Masa Corporal)?
El Índice de Masa Corporal (IMC) es el cálculo de la relación que existe entre el peso y la estatura de una persona para determinar su nivel de masa corporal. Según la OMS y Sociedad Española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO), los grados de obesidad se ordenan de la siguiente manera:
Obesidad grado 1: Es el primer nivel de obesidad y se diagnostica cuando el IMC está entre 30 y 34.9. Aunque el riesgo para la salud es moderado, puede aumentar la posibilidad de enfermedades metabólicas si no se controla.
Obesidad grado 2: En este nivel, el IMC oscila entre 35 y 39.9, con un riesgo alto de desarrollar diabetes tipo 2, hipertensión y enfermedades cardiovasculares. Requiere cambios en la alimentación y un enfoque médico especializado.
Obesidad grado 3 (obesidad mórbida): Se diagnostica cuando el IMC supera los 40 y conlleva complicaciones graves como apnea del sueño, problemas articulares y mayor riesgo de mortalidad.
El sobrepeso es la fase anterior a la obesidad y se diagnostica cuando el IMC se encuentra entre los 25 y 29.9.
Algunos también hablan de obesidad grado 4 (obesidad extrema) en casos en que el IMC sea superior a 50, e incluso de megaobesidad para un IMC superior a 60. Sin embargo, no son clasificaciones oficiales que muchas organizaciones y profesionales reconocen.
Grados de obesidad en niños y adolescentes
En el caso de la obesidad infantil y la obesidad adolescente (entre los 5 y 19), la obesidad no se calcula igual que en los adultos, ya que durante este periodo el cuerpo se encuentra en constante desarrollo y su porcentaje de grasa puede variar según la edad y el sexo.
Se toma en cuenta también el sexo, porque el desarrollo no funciona igual en los niños que en las niñas. Y por tanto, es un factor determinante para establecer si un niño-adolescente tiene obesidad.
Por esta razón, los grados de obesidad no se calculan igual que en los adultos. Según la OMS, estos son los percentiles para determinar que un niño-adolescente tiene obesidad:
Peso normal: IMC entre el percentil 5 y 85.
Sobrepeso: IMC entre el percentil 85 y 94.
Obesidad: IMC igual o mayor a 95.
Obesidad mórbida: IMC igual o superior al 120% del percentil 95.
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Tipos de obesidad según la distribución de la grasa
También se puede hablar de tipos de obesidad dependiendo de la ubicación de la grasa. Aunque el exceso de grasa produce los mismos problemas, su ubicación sí puede producir mayores riesgos para la salud:
Obesidad abdominal: también conocida como obesidad androide, es cuando la grasa se acumula en la zona central del cuerpo, especialmente en la zona del abdomen y a nivel visceral. Es el tipo de obesidad que produce más riesgos para la salud debido a su impacto a nivel metabólico y cardiovascular. Este tipo de obesidad es más común en los hombres. Este tipo de obesidad da la forma de una manzana en el cuerpo.
Obesidad periférica: También conocida como obesidad ginoide, es cuando la grasa se acumula en piernas, caderas y glúteos (en la zona inferior del cuerpo), dando la forma de una manzana. Es más común en mujeres.
Obesidad general: es cuando la grasa se distribuye de manera general en todo el cuerpo.
Tipos de obesidad según sus causas
La causa de la obesidad es el desbalance que existe entre la energía que consumimos y la energía que gastamos. No obstante, existen muchos factores de riesgo que pueden hacer que una persona sea más propensa a acumular grasa. Por eso, muchas personas tienen más dificultad para perder peso que otras; y por eso, algunas personas aumentan de peso con mayor facilidad que otras.
Además de los problemas en la alimentación y el sedentarismo (o la poca actividad física), existen otros factores que pueden influir en el aumento de peso:
Genética: estudios han demostrado que la obesidad y la genética están muy relacionadas entre sí. La distribución de la grasa, la regulación hormonal, así como otros factores que hacen a una persona más propensa a acumular grasa; pueden ser determinados por un factor genético. El factor genético no es impedimento para perder peso a través de un mejor estilo de vida.
Desbalances hormonales: los desbalances hormonales pueden afectar la regulación del apetito, la calidad del sueño, la pérdida de masa muscular y la acumulación de grasa. La menopausia, el Síndrome de Ovario Poliquístico, el hipotiroidismo y otros son factores que influyen de manera importante en el aumento de peso.
Desbalances en la microbiota intestinal: la microbiota intestinal puede influir en la resistencia a la insulina, la regulación del apetito y la absorción de nutrientes.
Problemas para dormir: la calidad del sueño es muy importante para la regulación del apetito, la construcción de masa muscular y la salud en general. Dormir mal puede aumentar la producción de cortisol y hacer que una persona acumule más grasa abdominal. La obesidad y el sueño están muy relacionadas.
Factores conductual y emocionales: trastornos alimenticios, atracones frecuentes, depresión, estrés y dependencia emocional de la comida son factores importantes que pueden hacer que una persona consuma más calorías de las que se gastan.
Ciertos tratamientos médicos: algunos tratamientos médicos pueden hacer que una persona aumente de peso.
Obesidad en hombres y en mujeres
Si bien la obesidad es igual tanto en hombres como en mujeres (un exceso de energía que produce acumulación de grasa), el impacto que tiene la obesidad en hombres y en mujeres no es exactamente igual.
Obesidad y sobrepeso en hombres: Los hombres con obesidad suelen acumular grasa en el abdomen, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares, hipertensión y apnea del sueño. Además, el sobrepeso puede afectar los niveles hormonales, disminuyendo la testosterona y reduciendo la fertilidad.
Obesidad y sobrepeso en mujeres: En las mujeres, el exceso de peso puede provocar alteraciones hormonales, afectando el ciclo menstrual y la fertilidad. También está asociado con un mayor riesgo de síndrome de ovario poliquístico, problemas en el embarazo y enfermedades como la osteoporosis en etapas posteriores de la vida. El SOP y la menopausia en las mujeres suele ser una causa bastante común de aumento de peso en mujeres.
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Tratamiento de la obesidad
Actualmente, existen múltiples tratamientos de la obesidad con diferentes enfoques y resultados. Aquí te dejamos un artículo en el que te explicamos todos los tratamientos de la obesidad que existen actualmente.
Sin embargo, teniendo en cuenta que existen diferentes grados y tipos de obesidad; y que los factores de riesgo pueden ser diferentes en cada persona; lo ideal es tener un enfoque personalizado que no solo regule el desbalance energético a través de la alimentación y mayor actividad física, sino que también trate todos los factores de riesgo presentes.
Por eso, en Lonvital utilizamos un enfoque multidisciplinario que nos permite identificar y tratar todos los aspectos que impiden que una persona pierda peso o que facilita su recuperación con la ayuda de doctora, nutricionista, psicóloga y entrenador personal.
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