Al igual que una misma enfermedad puede manifestarse de diferentes formas en distintos pacientes, la obesidad también presenta diversas caras, pues no todos los casos de obesidad son iguales, y por tanto, no se pueden tratar de la misma manera.
Pues bien, comprender estas diferencias es fundamental para abordar de manera efectiva esta condición. Por eso, a continuación, abordaremos aspectos clave como las causas, diagnóstico y tratamiento de cada uno de los tipos de obesidad.
Obesidad: definición
La obesidad es una enfermedad crónica que se caracteriza por una acumulación excesiva de grasa corporal, la cual puede ser perjudicial para la salud y aumentar el riesgo de desarrollar diversas enfermedades.
Tipos de obesidad: una visión general
Como mencionamos al inicio de este artículo, existen varios tipos de obesidad, cada uno con características únicas que van desde la distribución de la grasa corporal hasta las causas subyacentes.
Tipos de obesidad según el Índice de Masa Corporal (IMC)
El IMC es una medida que relaciona el peso y la talla de una persona. Según este índice, la obesidad se clasifica en grados:
Obesidad Grado I o moderada (de bajo riesgo): IMC entre 30 y 34.9 kg/m².
Obesidad Grado II (riesgo moderado): IMC entre 35 y 39.9 kg/m².
Obesidad Grado III (alto riesgo): IMC igual o superior a 40 kg/m².
Obesidad Grado IV (obesidad extrema): IMC igual o superior a 50 kg/m².
Tipos de obesidad según la distribución de la grasa en el cuerpo
Androide o central:
La grasa se acumula principalmente en la zona abdominal (forma de manzana).
Relacionada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y otras complicaciones.
Ginoide o periférica:
La grasa se concentra en las caderas, glúteos y muslos (forma de pera).
Asociada a patologías como artrosis de rodilla o varices.
Homogénea:
La grasa se distribuye de manera uniforme por todo el cuerpo.
Tipos de obesidad según las causas subyacentes
Genética
Causada por factores hereditarios.
Por desajustes del sistema de control de peso
Relacionada con alteraciones hormonales.
Dietética
Provocada por una dieta poco saludable y alta en calorías.
Por enfermedades endocrinas
Relacionada con trastornos endocrinos, como el hipotiroidismo o el hipercortisolismo.
Obesidad: causas, diagnóstico y tratamiento
La obesidad, como mencionamos antes, se clasifica en grados según el Índice de Masa Corporal (IMC). Cada grado presenta características particulares en cuanto a causas, diagnóstico y tratamiento, pero por lo general,
Causas
Desequilibrio energético: debido a la ingesta excesiva de calorías y un gasto calórico insuficiente.
Factores genéticos: relacionados con una predisposición hereditaria a la acumulación de grasa.
Hábitos alimentarios: dieta alta en grasas saturadas y azúcares; consumo excesivo de alimentos industrializados y bebidas azucaradas.
Sedentarismo: falta de ejercicio físico de forma regular.
Factores psicológicos: entre los cuales están el distrés, ansiedad, depresión.
Alteraciones hormonales: asociadas con desequilibrios en hormonas como la leptina y la grelina.
Medicamentos: ciertos fármacos pueden causar el aumento de peso corporal como efecto secundario.
Diagnóstico
Cálculo del Índice de Masa Corporal (IMC): este cálculo se realiza mediante la siguiente fórmula: IMC = Peso (kg) / Altura² (m²).
Anamnesis: se evalúan hábitos alimentarios, nivel de actividad física, antecedentes familiares, consumo de medicamentos y posibles trastornos psicológicos.
Examen físico: se mide la circunferencia abdominal y se evalúa la distribución de la grasa corporal.
Otras pruebas complementarias: pueden incluir análisis de sangre para evaluar el perfil lipídico, glucosa, función tiroidea y otras hormonas.
Tratamiento
El tratamiento de la obesidad (independientemente del grado) combina de manera efectiva tres enfoques principales:
Terapia Conductual
Modificación de hábitos alimenticios: se trabaja en cambiar los patrones de alimentación y actividad física, promoviendo la elección de alimentos más saludables.
Educación nutricional: se enseña a identificar alimentos nutritivos y a planificar menús saludables.
Manejo adecuado del estrés: se utilizan técnicas para reducir el estrés y la ansiedad, ya que estos factores pueden llegar a influir en los hábitos alimentarios.
Terapia Física
Ejercicio físico regular: se incluyen actividades aeróbicas y de fuerza para aumentar el gasto calórico y mejorar la salud cardiovascular.
Entrenamiento de resistencia: el cual ayuda a aumentar la masa muscular, lo que a su vez incrementa el metabolismo basal.
Terapia farmacológica:
Fármacos: en algunos casos (especialmente en pacientes con obesidad grado 2), se pueden recetar medicamentos para el control del apetito, así como también para reducir la absorción de grasas o aumentar el gasto energético (bajo supervisión médica). Los medicamentos GLP-1 son una perfecta alternativa para bajar de peso, siempre y cuando seas candidato a medicación.
Cirugía Bariátrica
La cirugía bariátrica consiste en realizar cambios en el sistema digestivo, con el fin de reducir la cantidad de alimentos que se pueden consumir, o limitar la absorción de nutrientes, siendo uno de los tratamientos más efectivos para la obesidad grado 3 o grado 4, debido a que ofrece mejores resultados en términos de pérdida de peso y mejora de la salud.
El paciente que desee optar por este tratamiento, requiere de una evaluación exhaustiva antes de la cirugía y un compromiso a largo plazo, con cambios significativos en su estilo de vida.
Entre los procedimientos más comunes están:
Bypass gástrico: se crea una pequeña bolsa en el estómago y se conecta directamente al intestino delgado, lo que reduce la cantidad de alimentos que se pueden consumir y la absorción de calorías.
Manga gástrica: consiste en extirpar una gran parte del estómago, para reducir su capacidad (esto ayuda a que el paciente se sienta lleno).
Banda gástrica ajustable: se coloca un anillo alrededor de la parte superior del estómago para crear una pequeña bolsa, lo que restringe el consumo de alimentos.
Importancia del seguimiento clínico
Independientemente del tratamiento elegido por el paciente, es fundamental realizar un seguimiento para garantizar del mismo el éxito a largo plazo incluye visitas regulares al médico, ajustes en la dieta y rutina de ejercicios, y apoyo psicológico para mantener los cambios en el estilo de vida.
¿Por qué es importante conocer los tipos de obesidad?
Es fundamental conocer los diferentes tipos de obesidad por varias razones:
Personalización de los tratamientos: cada tipo de obesidad tiene sus características particulares que requieren enfoques terapéuticos específicos. Al identificar el tipo de obesidad, es posible diseñar planes de tratamiento más efectivos y adaptados a las necesidades individuales de cada paciente.
Prevención de posibles complicaciones: identificar el tipo de obesidad es clave para tomar medidas preventivas ante posibles complicaciones que se pudiesen presentar.
Mejor comprensión de las causas: al comprender mejor las causas subyacentes de cada tipo de obesidad, estaremos mejor preparados para desarrollar estrategias de prevención de la obesidad más efectivas.
Seguimiento de la evolución: se hace más fácil poder evaluar la efectividad de las intervenciones y realizar ajustes si se requiere.
Recomendaciones generales para pacientes con obesidad
Busca apoyo de un equipo de especialistas (médico internista, nutriólogo, endocrinólogo, psicólogo, entrenador físico, entre otros).
Reduce el consumo de azúcares añadidos, grasas saturadas y trans, alimentos industrializados, harinas refinadas, refrescos, bebidas deportivas, golosinas…
Aumenta el consumo de frutas, verduras, granos enteros, proteínas magras y grasas saludables.
Controla las porciones que consumes, evita comer en exceso.
Come despacio y mastica bien. Haz ejercicio físico todos los días (puedes caminar, correr, nadar, andar en bicicleta, 1 hora al día).
Duerme al menos 8 horas al día. Evita la ingesta de tabaco y bebidas alcohólicas.
El tratamiento de la obesidad debe ser individualizado: cada persona es única y requiere un tratamiento adaptado a sus necesidades y circunstancias.
No existe una fórmula mágica o una solución rápida para la obesidad: el tratamiento de esta condición es un proceso a largo plazo, que requiere de mucha paciencia, compromiso y dedicación de parte del paciente (sobre todo a la hora de cambiar sus hábitos alimenticios y estilo de vida).
Preguntas frecuentes
¿Cómo se cataloga la obesidad?
De acuerdo con la OMS (Organización Mundial de la Salud) una persona con obesidad es aquella cuyo IMC es >= 30 kg/m2.
¿Cuáles son los 4 tipos de obesidad?
Los 4 tipos de obesidad son: obesidad grado 1 (bajo riesgo), obesidad grado 2 (riesgo moderado), obesidad grado 3 (obesidad mórbida), obesidad grado 4 (obesidad extrema).
¿Cuáles son los tipos de obesidad y sus consecuencias en el ser humano?
Existen 4 tipos de obesidad, que van desde la obesidad grado 1 (de bajo riesgo), hasta la obesidad grado 4 (obesidad extrema), las cuales pueden tener un impacto negativo en la salud y calidad de vida de las personas, aumentando el riesgo de padecer enfermedades como diabetes tipo 2, hipertensión arterial, dislipidemia, problemas articulares, enfermedades cardiovasculares, entre otras.
¿Qué tipo de obesidad es la más común?
La obesidad androide o central es generalmente la más común (la grasa se acumula en la zona abdominal).
¿Cuál es la diferencia entre el sobrepeso y la obesidad?
Sobrepeso: una persona tiene sobrepeso cuando su peso corporal es superior al normal para su altura y su IMC se ubica entre 25 y 29,9 kg/m².
Obesidad: es una condición más grave que el sobrepeso, caracterizada por una acumulación excesiva de grasa corporal que puede poner en peligro la salud. El IMC de la persona en este caso, es igual o superior a 30 kg/m².
¿Cómo salir de la obesidad grado 1?
Para salir de la obesidad grado 1 debes consumir alimentos sanos y nutritivos, hacer ejercicio físico de forma regular, y llevar un estilo de vida saludable.
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