Qué es la obesidad grado 2 y qué tratamientos existen
La obesidad grado 2 es un problema de salud que ha ido en aumento en las últimas décadas, afectando de manera considerable a la población mundial.
Según se establece en la publicación Prevención de la obesidad de la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), se considera obesidad cuando existe un acúmulo excesivo o anormal de grasa que puede ser perjudicial para la salud.
Al respecto, en este artículo se menciona que: “la obesidad y el sobrepeso son definidos como una acumulación anormal o excesiva de grasa que presenta un riesgo para la salud”.
¿Qué es la obesidad grado 2?
La obesidad grado 2 juega un papel relevante, pues implica un riesgo mayor de padecer enfermedades cardiovasculares, endocrinas y metabólicas.
Hay aspectos clave para determinar si el peso de una persona puede incrementar su probabilidad de sufrir enfermedades asociadas con la obesidad, como el Índice de Masa Corporal (IMC) y la medición de la cintura.
De igual modo, hay otros factores de riesgo, como cualquier elemento que eleve la posibilidad de desarrollar esta enfermedad.
Sin embargo, para entender cuál es la obesidad grado 2, primero debemos conocer cómo se clasifica.
Esta condición se categoriza según el Índice de Masa Corporal (IMC obesidad grado 2), que se calcula dividiendo el peso en kilogramos entre la estatura en metros al cuadrado.
De acuerdo con la OMS, se considera:
IMC entre 18,5 y 24,9: normopeso.
IMC entre 25 y 29,9: sobrepeso.
IMC entre 30 y 34,9: obesidad grado 1.
IMC entre 35 y 39,9: obesidad grado 2.
IMC mayor o igual a 40: obesidad grado 3 (mórbida o extrema).
Por lo tanto, la obesidad grado 2 (también llamada obesidad severa) se sitúa en un punto crítico, pues el riesgo de desarrollar complicaciones, aumenta de manera importante.
Síntomas de la obesidad grado 2
La obesidad grado 2 puede presentarse con signos y síntomas diversos que, aunque no son exclusivos de esta categoría, tienden a empeorar con el incremento del exceso de peso.
Entre los más frecuentes se encuentran:
Fatiga constante y falta de energía para actividades diarias.
Dificultad para conciliar el sueño o apnea del sueño.
Dolores articulares, especialmente en rodillas y espalda.
Dificultad para realizar ejercicio o movimientos prolongados.
Tener una autoestima baja y alteraciones emocionales.
Estos síntomas suelen ser progresivos y, de no abordarse a tiempo, pueden evolucionar hacia complicaciones médicas de mayor gravedad.

Causas de la obesidad grado 2
La obesidad grado 2 tiene un origen multifactorial, en el que intervienen distintos elementos. A nivel global, la Sociedad española para el Estudio de la Obesidad (SEEDO) señala que una ingesta calórica excesiva y la baja actividad física son los desencadenantes más comunes.
Sin embargo, no son los únicos:
Factores genéticos: algunas personas tienen predisposición familiar a subir de peso con mayor facilidad.
Factores ambientales: el acceso limitado a alimentos saludables y entornos con pocas opciones de actividad física influyen notablemente.
Factores hormonales: alteraciones en hormonas como la leptina y la grelina pueden favorecer el hambre excesiva o la dificultad para saciarse.
Hábitos y estilo de vida: el sedentarismo, junto con horarios de comida irregulares o excesos, incrementan el riesgo de obesidad.
Existen varios procedimientos por medio de los que una persona pueda determinar su nivel de grasa corporal:
Medición del espesor de los pliegues cutáneos con un plicómetro.
Pesaje bajo el agua.
Absorciometría de rayos X de energía dual (DXA).
Impedancia bioeléctrica.
Dilución de isótopos.
No obstante, no siempre es factible acceder a estas técnicas.
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Enfermedades y riesgos asociados a la obesidad grado 2
La obesidad grado 2 te hace propenso a muchas enfermedades, que perjudicar de forma importante la calidad de vida de los pacientes.
El riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares, hipertensión arterial y diabetes tipo 2, aumenta considerablemente, así como la posibilidad de presentar dislipemias (alteraciones en los niveles de colesterol y triglicéridos).
Asimismo, pueden aparecer:
Problemas respiratorios, como apnea del sueño.
Enfermedades osteoarticulares, debido a la sobrecarga de peso.
Alteraciones de la salud mental, como depresión o ansiedad.
Mayor susceptibilidad a trastornos hormonales, que a su vez complican la pérdida de peso.

Prevención de la obesidad grado 2
La mejor forma de combatir la obesidad grado 2 es mediante su prevención, que implica adoptar hábitos de vida saludables desde edades tempranas.
Mantener un equilibrio energético adecuado, combinando una ingesta calórica razonable con actividad física regular, puede marcar la diferencia.
Asimismo, es fundamental implementar las siguientes prácticas:
Fomentar la práctica deportiva o ejercicio moderado frecuente.
Seguir una dieta equilibrada y personalizada para cada etapa de la vida.
Evitar el sedentarismo, tomando descansos activos y caminando más.
Confiar en el acompañamiento profesional para revisar la evolución y ajustar los planes de nutrición y entrenamiento.

Tratamiento de la obesidad grado 2
Para el tratamiento de la obesidad grado 2, es esencial contar con la orientación de un equipo multidisciplinario: médico especialista, nutricionista, fisioterapeuta y psicólogo, entre otros.
Hay que enfocarse en ofrecer una atención integral a la persona a través de asesoría personalizada en alimentación, actividad física y manejo emocional.
Veamos los pilares fundamentales en el tratamiento:
Farmacología
Actualmente, se han desarrollado algunos medicamentos para adelgazar, entre los cuales los agonistas del GLP-1 han tomado mucha popularidad por su capacidad para regular la azúcar en sangre, reducir el apetito y retrasar el vaciado gástrico.
Estos medicamentos deben utilizarse bajo estricta supervisión médica y como complemento a otras medidas, nunca como sustituto de la dieta y la actividad física.
Alimentación
Una alimentación para la obesidad grado 2 requiere un plan nutricional específico que contemple el déficit calórico apropiado y la selección de nutrientes de calidad.
No se trata sólo de comer menos, sino de escoger los alimentos que aporten vitaminas, minerales y proteínas suficientes para mantener la masa muscular y la salud general.
Actividad física
Los ejercicios para obesidad grado 2 deben adecuarse a la condición física de cada individuo.
Se recomiendan actividades aeróbicas de bajo impacto, tales como caminar, nadar o montar en bicicleta, complementadas con rutinas de fuerza para mantener y mejorar la masa muscular.
De esta forma, el metabolismo se activa y el proceso de pérdida de peso se hace sostenible.
Apoyo emocional
La obesidad puede tener un impacto significativo en el área emocional. Sentimientos de culpa, vergüenza y estrés pueden obstaculizar el progreso.
Por ello, contar con apoyo emocional y familiar es fundamental.
Apoyo psicológico
El abordaje cognitivo-conductual es muy útil en casos de obesidad grado 2, pues ayuda a identificar patrones de conducta y creencias erróneas sobre la alimentación y la autoimagen.
Con terapias individuales o grupales, el paciente aprende a gestionar mejor el estrés, la ansiedad y las situaciones que puedan desencadenar atracones o hábitos nocivos.
¿La cirugía bariátrica es una alternativa para la obesidad grado 2?
La cirugía bariátrica (bypass gástrico, manga gástrica, entre otras) está indicada principalmente en pacientes con obesidad mórbida (IMC mayor o igual a 40) o en aquellos con obesidad grado 2 con comorbilidades asociadas que no hayan logrado resultados con otros métodos.
Sin embargo, no es la primera opción de tratamiento, de manera que, antes de considerar la cirugía, lo más recomendable es agotar las vías conservadoras, tales como alimentación saludable, ejercicio, fármacos y terapia psicológica.
Especialmente, porque las cirugías bariátricas conllevan riesgos quirúrgicos y postoperatorios. Además, es posible recuperar el peso perdido si no se mejora el estilo de vida que se ha llevado hasta ese momento.
¿Cuándo acudir a un especialista?
Es fundamental acudir a un médico especialista en obesidad grado 2.
Si has notado un aumento de peso significativo o presentas síntomas de fatiga constante, dolores articulares y dificultades para realizar tareas cotidianas, no esperes a que tu calidad de vida se vea más afectada.
Una valoración médica oportuna permitirá establecer un diagnóstico certero y trazar un plan de intervención adecuado.
Recuerda que la obesidad grado 2 requiere tratamiento, compromiso y constancia, pero los resultados pueden ser sumamente gratificantes.
Algunas acciones que pueden contribuir al control de esta enfermedad son las siguientes:
Tener un plan alimenticio personalizado y sostenible en el tiempo.
Contar con una estrategia de ejercicios supervisada y adaptada a tus necesidades.
Disponer de seguimiento profesional constante y herramientas de motivación basadas en un enfoque que cuida la salud mental y emocional.
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