El índice de masa corporal (IMC) es una herramienta ampliamente utilizada en la evaluación del estado nutricional de individuos y poblaciones.
Es un indicador que ayuda a determinar si una persona tiene un peso saludable con relación a su altura, lo que puede ser crucial para prevenir y tratar problemas de salud asociados con el sobrepeso y la obesidad.
En este artículo exploraremos en profundidad qué es el IMC, cómo se calcula tanto en niños como en adultos, la importancia de su cálculo, los valores adecuados según la edad y el sexo, y cuándo podemos considerar que una persona tiene obesidad.
¿Qué es el índice de masa corporal (IMC)?
El índice de masa corporal (IMC) es un valor numérico que se obtiene al relacionar el peso y la altura de una persona. Fue desarrollado en el siglo XIX por el matemático, astrónomo y estadístico belga Lambert Adolphe Quetelet, específicamente en 1832 , y su propósito inicial era identificar patrones en el crecimiento de las poblaciones.
Hoy en día, el IMC se utiliza como una medida estándar para clasificar y determinar a las personas según su peso y su riesgo de desarrollar problemas de salud, como enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2, y ciertos tipos de cáncer.
Este es el resultado del peso de una persona, en kilogramos, dividido por el cuadrado de la estatura, en metros. Es un método de evaluación fácil y económico para la categoría de peso: bajo peso, peso saludable, sobrepeso, y obesidad.
Esta fórmula es aplicable tanto para adultos como para niños, aunque en los niños se interpretan los resultados de manera diferente debido a las variaciones en el crecimiento y el desarrollo.
Importancia de calcular el IMC
Realizar este cálculo es importante por varias razones. Primero, nos proporciona una forma rápida y sencilla de evaluar si una persona tiene un peso saludable en relación con su altura. Esto es fundamental para identificar a aquellos en riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con el peso.
Además, el IMC es una herramienta útil para los profesionales de la salud en la toma de decisiones clínicas. Permite a los médicos y nutricionistas evaluar el estado nutricional de sus pacientes y diseñar planes de intervención personalizados.
Por ejemplo, una persona con un IMC elevado necesitarán reducir su peso mediante cambios en la dieta y el ejercicio, mientras que alguien con un IMC bajo podría necesitar asesoramiento sobre cómo ganar peso de manera saludable.
Valores estándares de IMC en adultos (A partir de 20 años)
En adultos, los valores los interpretamos de la siguiente manera:
Bajo peso: IMC menor de 18.5
Peso normal: IMC entre 18.5 y 24.9
Sobrepeso: IMC entre 25 y 29.9
Obesidad grado 1: IMC entre 30 y 34.9
Obesidad grado 2: IMC entre 35 y 39.9
Obesidad grado 3 (obesidad mórbida): IMC de 40 o más
Estos rangos son aplicables tanto para hombres como para mujeres adultas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que el IMC no es un indicador perfecto. No distingue entre masa grasa y masa muscular, lo que significa que una persona muy musculosa podría tener un IMC alto sin estar en realidad en riesgo de las enfermedades asociadas con la obesidad. Por esa razón, este cálculo debe ser una referencia que se considere junto a otros aspectos.
Valores normales de IMC en niños
En los niños, el IMC se calcula de la misma manera que en los adultos, pero su interpretación es más compleja debido a los cambios rápidos en la altura y el peso durante el crecimiento.
Por esta razón, los valores de IMC en niños se comparan con percentiles específicos según la edad y el sexo, basados en tablas de crecimiento establecidas por organizaciones como la Organización Mundial de la Salud (OMS) y los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) en Estados Unidos.
Importante: Un percentil es una medida estadística que indica la posición de un valor en un conjunto de datos ordenados. Específicamente, el percentil de un valor representa el porcentaje de datos en el conjunto que son menores o iguales a ese valor.
Por ejemplo, si un niño está en el percentil 75 de altura, significa que el 75% de los niños de su grupo de referencia (como edad y género) son más bajos o tienen la misma altura, y el 25% son más altos.
Ahora bien, con eso en mente, estos serían los indicadores para niños (2 a 19 años)
Bajo peso: IMC por debajo del percentil 5
Peso normal: IMC entre los percentiles 5 y 85
Sobrepeso: IMC entre los percentiles 85 y 95
Obesidad: IMC en o por encima del percentil 95
El uso de percentiles permite que los médicos identifiquen si un niño está creciendo de manera adecuada en comparación con otros niños de la misma edad y sexo. Por ejemplo, un niño cuyo IMC está en el percentil 90 tiene un IMC más alto que el 90% de los niños de su grupo de edad y sexo.
Diferencias en los valores normales entre hombres y mujeres
Aunque el IMC se calcula de la misma manera para hombres y mujeres adultos, hay algunas diferencias en cómo se interpretan los resultados. En general, los hombres tienden a tener más masa muscular que las mujeres, lo que puede llevar a un IMC ligeramente más alto incluso cuando tienen un porcentaje de grasa corporal saludable.
Sin embargo, las clasificaciones de bajo peso, peso normal, sobrepeso y obesidad son las mismas para ambos sexos.
La diferencia clave entre el peso normal y la obesidad radica en la cantidad y distribución de la grasa corporal. Los hombres, por lo general, tienden a acumular grasa en la zona abdominal, mientras que las mujeres suelen acumularla en caderas y muslos. Debido a esto, dos personas con el mismo IMC podrían tener diferentes porcentajes de grasa corporal y, por ende, diferentes riesgos para la salud.
Por ejemplo, un hombre con un IMC de 27 podría tener una mayor masa muscular y menos grasa corporal que una mujer con el mismo IMC. Sin embargo, ambos estarían en la categoría de sobrepeso. Esto resalta la importancia de considerar otros factores, como la circunferencia de la cintura y la proporción de masa muscular versus grasa.
En el caso de los niños, las diferencias entre sexos se reflejan en las tablas de percentiles que tienen en cuenta las diferencias en los patrones de crecimiento y desarrollo entre niños y niñas. La diferencia entre ellos es importante debido a los distintos patrones de crecimiento y la distribución de la grasa corporal a medida que maduran.
Durante la pubertad, por ejemplo, las niñas tienden a ganar más grasa corporal en comparación con los niños, lo que puede influir en sus percentiles de IMC. Por eso, es esencial que el IMC en niños y niñas sea interpretado en el contexto de su desarrollo y no como una cifra aislada. De esa manera, se puede hacer un seguimiento adecuado del crecimiento y permite detectar posibles problemas de peso a tiempo.
¿Cuándo se puede considerar obesidad?
La obesidad se considera cuando el IMC de una persona supera ciertos datos numéricos que indican un exceso de grasa corporal en relación con la altura. En adultos, la obesidad se clasifica en tres grados según el valor que arrojen:
Obesidad grado 1 (leve): IMC entre 30 y 34.9
Obesidad grado 2 (moderada): IMC entre 35 y 39.9
Obesidad grado 3 (severa o mórbida): IMC de 40 o más
En niños, la obesidad se diagnostica cuando el IMC se encuentra en el percentil 95 o por encima, lo que indica que el niño tiene un índice más alto que el 95% de los niños de su grupo de edad y sexo.
La obesidad infantil es particularmente preocupante debido a su asociación con una mayor probabilidad de que el niño continúe siendo obeso en la edad adulta, lo que aumenta el riesgo de enfermedades crónicas.
Entre ellas están la diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares, hipertensión, y ciertos tipos de cáncer. Además, puede afectar la calidad de vida, llevando a problemas como la apnea del sueño, enfermedades articulares, y dificultades para realizar actividades diarias.
Limitaciones del IMC
Ahora bien, este método es una herramienta útil y fácil de calcular, pero tiene limitaciones que deben tenerse en cuenta. Una de las principales desventajas es que no distingue entre masa grasa y masa magra (músculo).
Por lo tanto, una persona con mucha masa muscular, como un atleta o una persona que se ejercite regularmente, podría tener un índice de masa corporal elevado sin tener un exceso de grasa corporal.
Además, este no tiene en cuenta la distribución de la grasa. Específicamente, la acumulada en el abdomen (grasa visceral) es más peligrosa para la salud que la acumulada en otras áreas, pero el IMC no puede diferenciar entre estos tipos de grasa.
Por último, puede no ser tan preciso en ciertos grupos étnicos. Algunas poblaciones pueden tener un mayor riesgo de desarrollar enfermedades relacionadas con la obesidad a un IMC más bajo en comparación con otras sociedades. Esto también puede darse a nivel individual, ya que algunas personas poseen una predisposición genética a la obesidad. Por ello, es fundamental manejar el historial médico personal y familiar junto a otros indicadores.
Alternativas y complementos al IMC
Debido a las limitaciones del IMC, los profesionales de la salud a menudo utilizan otras medidas complementarias para evaluar el estado nutricional y los riesgos para la salud asociados con el peso. Algunas de estas medidas incluyen:
Circunferencia de la cintura: Mide la cantidad de grasa abdominal, lo cual es un indicador importante del riesgo de enfermedades cardiovasculares y metabólicas.
Relación cintura-cadera: Compara la circunferencia de la cintura con la de las caderas para evaluar la distribución de la grasa corporal.
Porcentaje de grasa corporal: Se puede medir mediante bioimpedancia, absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA) o plicometría (medición de pliegues cutáneos).
Evaluación clínica: Los médicos también pueden realizar evaluaciones clínicas más detalladas que incluyan la historia médica, los hábitos alimentarios, los niveles de actividad física y otros factores que influyen en el peso y la salud.
Finalmente, debes tener en cuenta que el índice de masa corporal (IMC) es una herramienta fundamental en la evaluación del estado nutricional y la identificación de riesgos para la salud relacionados con el peso.
Aunque es fácil de calcular y proporciona una medida útil para clasificar a las personas según su peso, tiene limitaciones que deben considerarse. Los valores normales de IMC varían según la edad y el sexo, y la obesidad se diagnostica cuando este supera ciertos umbrales que indican un exceso de grasa corporal.
En adultos, los valores de IMC permiten clasificar a las personas en categorías que van desde bajo peso hasta obesidad mórbida. En niños, se utilizan percentiles para comparar el IMC con otros niños de la misma edad y sexo, lo que permite identificar problemas de peso y crecimiento de manera más precisa.
A pesar de sus limitaciones, este indicador sigue siendo una herramienta valiosa en la práctica clínica y en la salud pública. Sin embargo, es importante que lo utilicemos en conjunto con otras medidas y evaluaciones para obtener una imagen completa del estado de salud de una persona.
Esto es especialmente relevante en la prevención y tratamiento de la obesidad, una condición que puede tener consecuencias graves para la salud si no se aborda adecuadamente.
¿Necesitas bajar de peso?
Si tu IMC está entre los 25.0 y 29.0, entonces tienes sobrepeso. Y si es superior a 30, entonces es obesidad. Estos índices de IMC te hacen propensos a enfermedades y afecta tu calidad de vida.
Por esa razón, es esencial bajar de peso. Lee nuestro artículo sobre obesidad y sobrepeso para que puedas conocer más los riesgos que conllevan estas patologías y las soluciones por las que puedes optar.
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