¿Qué relación existe entre la obesidad y las varices? Causas y tratamientos
Las varices son un problema común que afecta a muchas personas, especialmente aquellas que padecen sobrepeso u obesidad. La acumulación de grasa y la presión sobre las venas pueden dificultar el retorno venoso, favoreciendo la aparición de esta condición.
Además de un importante efecto estético, las varices causan síntomas que pueden reducir la calidad de vida. Pesadez en las piernas, calambres e inflamación son algunas de las consecuencias de esta condición vascular.
En este artículo, conoce más sobre la obesidad y las varices. Apunta cómo el sobrepeso contribuye a este problema, sus causas y la forma de tratarlas efectivamente.
¿Qué son las varices?
Se define como varices o venas varicosas, a las venas dilatadas y retorcidas que aparecen principalmente en las piernas debido a una insuficiencia venosa. Estas venas se ensanchan cuando las válvulas dentro de ellas dejan de funcionar correctamente, provocando un flujo sanguíneo inadecuado y la acumulación de sangre.
Las varices se presentan con síntomas que pueden ir de leves a severos. Por lo general, es posible observar venas azuladas y abultadas, picazón, inflamación y cambios de coloración en la piel. Cuando la condición se agrava, es posible sentir un dolor persistente, sensación de pesadez en las piernas y pies, edemas, así como calambres nocturnos.
Existen distintos tipos de varices, los cuales se miden en grado. Por ejemplo, las de grado 1 son las conocidas arañas vasculares que pueden tener un ligero color violáceo. A medida que las venas van aumentando se hacen más visibles y pasan a ser de grado 2, con síntomas más marcados en pesadez, hormigueos y sensación de cansancio.
Las varices de grado 3 están más dilatadas y su presencia está acompañada de edemas y cambios de coloración más profundos. En el caso de las de grado 4 comprometen el sistema circulatorio con riesgos de infección.
Aunque son más comunes las varices en las piernas, también pueden aparecer en otras partes del cuerpo. Por ejemplo, las hemorroides son un tipo de varices, las arañas vasculares también e incluso los varicoceles son varices que aparecen en el escroto.
¿Qué produce las varices?
Debido a que es una condición que en ocasiones aparece sin molestia alguna, muchos se preguntan por qué salen las varices. Esta afección se desarrolla en el organismo debido a las tensiones externas e internas que afectan el flujo sanguíneo venoso, que transporta la sangre desde la parte inferior del cuerpo hasta el corazón.
La sangre se mueve en dirección contraria a la gravedad. Si los factores externos estiran, estresan o deforman las venas, el proceso de transportar sangre se vuelve más complejo. Algunos factores de riesgo son:
Obesidad: El exceso de peso ejerce presión sobre las venas, afectando su funcionamiento.
Cambios hormonales: Especialmente en mujeres, durante el embarazo o la menopausia.
Edad: Con el tiempo, las venas pierden elasticidad y se debilitan.
Predisposición genética: Si hay antecedentes familiares, el riesgo es mayor.
Sedentarismo: La falta de movimiento dificulta la circulación sanguínea.
Obesidad: síntomas, causas, riesgos y tratamientos
Diagnóstico y tratamiento de las varices
El diagnóstico de las varices se realiza con un examen físico, donde el médico observa la apariencia de las venas. También, se evalúa la historia clínica para conocer los antecedentes familiares, nivel de actividad física y estilo de vida. En algunos casos, se pueden realizar pruebas adicionales, como una ecografía Doppler, para evaluar la circulación sanguínea y determinar el grado de daño en las venas.
El tratamiento de las varices depende del nivel de afección y en cómo está comprometido el sistema circulatorio. Puede incluir ejercicios específicos, como levantar las piernas al estar sentado, el uso de medias de compresión y reducción de peso. Se puede aplicar escleroterapia, una inyección que cierra las venas afectadas, tratamiento con láser o cirugía para extirpar las venas afectadas.
¿Cómo contribuye la obesidad a las varices?
La obesidad es un factor de riesgo importante para el desarrollo de varices. Estudios apuntan que la relación obesidad y varices se debe a que la condición de sobrepeso incrementa el riesgo de aparición y complicaciones hasta en siete veces. Las razones más destacadas para que esto ocurra son:
Impacto sobre la circulación
El sobrepeso incrementa la presión venosa en las piernas, lo que puede provocar insuficiencia venosa crónica. Además, la acumulación de grasa abdominal afecta el flujo sanguíneo, dificultando el retorno venoso ya que las venas y válvulas deben trabajar más para bombear la sangre hacia el corazón. De igual manera, la obesidad suele estar asociada con otros problemas de salud, como la hipertensión y la diabetes, que también pueden empeorar la circulación sanguínea.
Impacto sobre la inflamación y las hormonas
Las varices y obesidad causan problemas circulatorios debido a que el sobrepeso genera un desbalance hormonal y crea un estado inflamatorio crónico. En primer lugar, la grasa visceral puede liberar sustancias inflamatorias que afectan negativamente al tejido de los vasos sanguíneos.
Un desbalance hormonal causado por la obesidad puede afectar la producción de estrógenos y progesterona. Estas a su vez influyen en la producción de colágeno y elastina, sustancias que forman los tejidos de las venas. Si hay un desequilibrio, las venas se vuelven más propensas a expandirse y formar varices.
¿Cómo reducir el riesgo de varices producidas por la obesidad?
La primera recomendación para tratar lo relacionado con los factores de riesgos de obesidad y varices, es hacer cambios en el estilo de vida, manteniendo un peso saludable, ya que se alivia la presión sobre las venas y se mejora la circulación sanguínea. Especialmente, una mejor alimentación y mayor actividad física.
Si hay factores de riesgos muy marcados, es recomendable evitar el sedentarismo. Si es necesario permanecer mucho tiempo sentado o de pie, es importante hacer pausas para mover las piernas y mejorar el flujo sanguíneo. Elevar las piernas por encima del nivel del corazón puede ayudar a mejorar la circulación y reducir la inflamación asociada con las varices. Las medias de compresión también pueden ser útiles.
¿Afectan más a las mujeres que a los hombres?
Sí, las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar varices. Esto se debe a la función hormonal que puede fluctuar a lo largo de la vida. Por ejemplo, durante el embarazo el volumen sanguíneo aumenta y las venas pueden agrandarse. También, durante el período menstrual y la menopausia, la producción de hormonas puede verse alterada, haciendo que las paredes de las venas se debiliten.
Mujeres en edad fértil que se someten a tratamientos anticonceptivos tienen mayor riesgo de desarrollar esta afección.
¿Bajar de peso puede mejorar las varices?
Sí, al bajar de peso, se reduce considerablemente la presión que se ejerce sobre las venas y estas pueden empezar a mejorar el flujo sanguíneo. La obesidad, por exceso de grasa, también puede esconder las varices haciendo que sean visibles ya cuando están en un grado avanzado.
Al eliminar el exceso de peso, es posible observarlas fácilmente, reducir el fallo valvular, la actividad venomuscular e incluso mejorar el estreñimiento y distensión abdominal que dificulta el retorno venoso. También, disminuye la inflamación y desbalance hormonal que causa el exceso de peso.
¿Cómo mejorar las varices por obesidad?
El principal tratamiento de las varices con obesidad es mejorar la calidad de vida. En personas con sobrepeso puede que sea necesario adoptar un plan personalizado que le permita ejecutar las siguientes recomendaciones:
Tener una alimentación más saludable
Consumir una alimentación equilibrada rica en fibra, antioxidantes y nutrientes esenciales puede mejorar la salud vascular y reducir la inflamación. Evitar los alimentos ultraprocesados con alto contenido de conservantes y sodio puede ayudar a controlar el peso debido a que disminuye la inflamación causada por retención de líquidos. Además, es importante mantenerse hidratado para facilitar el flujo sanguíneo.
Aumentar la actividad física
El ejercicio fortalece los músculos de las piernas, favoreciendo el retorno venoso y reduciendo la presión sobre las venas. Según las condiciones particulares, es recomendable que el individuo pueda caminar, nadar, bailar o andar en bicicleta, ya que estos ejercicios mejoran la circulación y reduce las varices.
Sin embargo, existe riesgo de ejercer presión sobre las venas y empeorar la condición. Por lo que lo ideal es consultar con un profesional de la salud para determinar qué ejercicio sería el más adecuado para ti.
Consulta con un profesional
Un profesional en salud vascular es el indicado para suministrar un diagnóstico adecuado y determinar el tratamiento más conveniente. Según el nivel de obesidad y afectación, es posible establecer un plan que permita mejorar ambas condiciones.

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