¿Te has preguntado si podrías tener prediabetes y no lo sabes? A veces, nuestro cuerpo envía señales que pasan desapercibidas. En este artículo te compartimos las señales clave que podrían indicar que tienes prediabetes, ¡para que tomes el control de tu salud a tiempo!
¿Qué es la prediabetes?
Es una condición en la que los niveles de glucosa en sangre son más altos de lo normal, pero no lo suficientemente elevados como para ser diagnosticados como diabetes tipo 2, siendo una señal de advertencia de que el cuerpo no está utilizando la insulina de manera eficiente.
Síntomas de prediabetes
Los síntomas que te presentamos a continuación, aunque pueden parecer leves, son señales importantes de que tu cuerpo podría estar desarrollando prediabetes:
Aumento de la sed
El cuerpo intenta deshacerse del exceso de glucosa en sangre mediante la orina, lo que provoca deshidratación. Como resultado, puedes sentir sed constantemente, ya que el cuerpo necesita hidratarse. Por ende, si sientes que no puedes calmar tu sed (incluso bebiendo mucha agua), podría ser una clara señal de que tus niveles de azúcar pueden estar elevados.
Micción frecuente
El exceso de azúcar en sangre hace que los riñones trabajen más para filtrar y eliminar la glucosa. Este proceso aumenta la producción de orina, lo que lleva a orinar con más frecuencia de lo normal. Si notas que debes ir al baño más de lo habitual, especialmente por la noche, es un síntoma que no debes ignorar.
Aumento del hambre
La prediabetes afecta la capacidad del cuerpo para utilizar la glucosa de manera eficiente. Como resultado, las células no obtienen la energía que necesitan, lo que genera una sensación constante de hambre, incluso después de haber comido.
Este aumento del apetito, especialmente por alimentos dulces o carbohidratos, puede ser una señal de problemas con los niveles de insulina.
Fatiga
Cuando el cuerpo no puede convertir eficazmente el azúcar en energía, te sientes cansado o fatigado la mayor parte del tiempo, incluso sin haber hecho mucho esfuerzo.
Esta falta de energía es uno de los síntomas más comunes de la prediabetes, ya que el organismo no obtiene el combustible que necesita para funcionar correctamente.
Visión borrosa
El exceso de azúcar en sangre puede afectar la capacidad de los ojos para enfocar correctamente. Esto ocurre porque los niveles elevados de glucosa pueden provocar hinchazón en el cristalino del ojo, lo que distorsiona la visión.
Si notas que ves borroso de manera repentina o que tu visión cambia con frecuencia, puede ser una señal temprana de prediabetes.
Entumecimiento u hormigueo en los pies o las manos
La prediabetes puede dañar los nervios, especialmente en las extremidades, lo que provoca sensaciones de hormigueo, entumecimiento o incluso dolor en los pies y las manos. Esta condición, conocida como neuropatía, es un síntoma que no debe pasarse por alto, ya que indica que los niveles de azúcar han estado elevados durante un tiempo prolongado.
Infecciones frecuentes
El exceso de azúcar en sangre debilita el sistema inmunológico, lo que hace que las personas con prediabetes sean más propensas a infecciones. Estas infecciones pueden ser frecuentes y recurrentes, afectando especialmente la piel, las encías y el tracto urinario. Si sufres infecciones más de lo habitual, es recomendable hacer un chequeo médico.
Llagas que tardan en cicatrizar
Los altos niveles de azúcar dificultan la capacidad del cuerpo para sanar adecuadamente. Como resultado, las llagas o cortes tardan más tiempo en cicatrizar, ya que la circulación y el flujo de oxígeno a las heridas se ven comprometidos. Si notas que pequeñas heridas o cortes demoran en curarse, esto puede ser una señal de advertencia de prediabetes.
Factores de riesgo de la prediabetes
Entre los factores de riesgo que aumentan la probabilidad de desarrollar prediabetes, están:
Sobrepeso u obesidad
El exceso de peso, especialmente en la zona abdominal, es uno de los principales factores de riesgo de la prediabetes. La grasa visceral, que se acumula alrededor de los órganos, puede hacer que el cuerpo se vuelva más resistente a la insulina, dificultando el control de los niveles de glucosa en sangre.
Inactividad física
La actividad física ayuda a que las células utilicen la insulina de manera más eficiente. Si llevas una vida sedentaria, el riesgo de desarrollar prediabetes aumenta considerablemente, ya que el cuerpo no quema el exceso de glucosa de manera efectiva.
Antecedentes familiares
Si tienes familiares cercanos, como padres o hermanos, que padecen diabetes tipo 2, tu riesgo de desarrollar prediabetes es mayor. Los factores genéticos juegan un papel importante en la susceptibilidad a esta condición.
Edad avanzada
A medida que envejecemos, el riesgo de desarrollar prediabetes aumenta. Esto se debe a que el cuerpo tiende a ser menos eficiente en la producción y el uso de la insulina con el paso del tiempo. A partir de los 45 años, el riesgo de prediabetes es más elevado.
Dieta poco saludable
El consumo excesivo de alimentos ricos en azúcares y carbohidratos refinados, como el pan blanco, los dulces y las bebidas azucaradas, puede elevar los niveles de glucosa en sangre. Una dieta baja en fibra y alta en grasas saturadas también contribuye al riesgo de prediabetes.
Hipertensión
La combinación de presión arterial elevada (hipertensión) y niveles altos de glucosa puede dañar los vasos sanguíneos y el corazón, lo que aumenta el riesgo de desarrollar diabetes tipo 2.
Niveles anormales de colesterol
Los niveles elevados de colesterol LDL ("colesterol malo") y triglicéridos, así como bajos niveles de colesterol HDL ("colesterol bueno"), aumentan el riesgo de prediabetes. Estos desequilibrios pueden interferir con la manera en que el cuerpo procesa la insulina y la glucosa.
Síndrome de ovario poliquístico (SOP)
Las mujeres que padecen síndrome de ovario poliquístico son más propensas a desarrollar resistencia a la insulina, lo que aumenta el riesgo de prediabetes. El SOP se asocia con desequilibrios hormonales y aumento de peso, ambos factores que influyen en la aparición de esta condición.
Sueño insuficiente o apnea del sueño
La falta de sueño o la apnea del sueño, una condición en la que la respiración se interrumpe durante la noche, se ha relacionado con un mayor riesgo de prediabetes. El mal descanso puede afectar el metabolismo y la regulación de la insulina, lo que eleva los niveles de glucosa en sangre.
Diagnóstico de la prediabetes
El diagnóstico de la prediabetes se realiza principalmente a través de análisis de sangre que miden los niveles de glucosa. Los exámenes más comunes para detectar la prediabetes son:
Prueba de glucosa en ayunas
Este examen mide el nivel de azúcar en sangre después de un ayuno de al menos 8 horas. Si los resultados muestran un nivel de glucosa entre 100 y 125 mg/dl, se considera prediabetes. Un nivel superior a 126 mg/dl indica diabetes tipo 2.
Prueba de tolerancia a la glucosa
Para esta prueba, primero se toma una muestra de sangre en ayunas y luego se ingiere una solución de glucosa. Dos horas después, se toma otra muestra de sangre. Si los niveles de glucosa están entre 140 y 199 mg/dl, se diagnostica prediabetes. Un nivel superior a 200 mg/dl sugiere diabetes.
Hemoglobina A1C (HbA1c)
Este examen mide el promedio de los niveles de glucosa en sangre durante los últimos tres meses. Un valor entre 5.7% y 6.4% indica prediabetes. Si el resultado es del 6.5% o mayor, se diagnostica diabetes tipo 2.
Tratamiento de la prediabetes
Al seguir las siguientes recomendaciones, tu (al igual que otros pacientes que lo han logrado) puedes revertir la prediabetes, evitando que progrese a diabetes tipo 2:
Alimentación balanceada
Una dieta saludable es fundamental para prevenir la prediabetes. Debes optar por alimentos ricos en fibra, como frutas, verduras, legumbres y granos enteros, ya que ayudan a controlar los niveles de azúcar en sangre.
Evita los azúcares refinados y los carbohidratos simples, como los dulces, pan blanco y bebidas azucaradas, que pueden elevar la glucosa rápidamente.
Mantén un peso saludable
Perder tan solo un 5-10% del peso corporal puede marcar una gran diferencia en la regulación de la glucosa. Mantén un equilibrio entre la ingesta calórica y el gasto energético para evitar ganar peso.
Haz ejercicio regularmente
El ejercicio ayuda a las células a utilizar la glucosa de manera más eficiente y mejora la sensibilidad a la insulina. Recomendamos hacer al menos 150 minutos de actividad física moderada por semana, como caminar, nadar o andar en bicicleta.
También es beneficioso incluir en tus rutinas ejercicios de fuerza, como levantar pesas, al menos dos veces por semana.
Controla el estrés
El estrés prolongado puede afectar los niveles de glucosa en sangre y contribuir a la resistencia a la insulina. Practica técnicas de relajación como la meditación, el yoga o la respiración profunda, para reducir el estrés y mejorar tu bienestar general.
Duerme lo suficiente
El sueño es vital para el metabolismo y la regulación de la insulina. Intenta dormir 8 horas cada noche. La falta de sueño o la apnea del sueño pueden aumentar el riesgo de desarrollar prediabetes, por lo que es importante mantener buenos hábitos de sueño.
Deja de fumar
Para reducir el riesgo de desarrollar prediabetes. Dejar de fumar no solo reduce este riesgo, sino que también mejora tu salud cardiovascular y pulmonar.
Controla la presión arterial y el colesterol
Mantener niveles saludables de presión arterial y colesterol es crucial para reducir el riesgo de prediabetes y enfermedades relacionadas. Realiza chequeos médicos regulares para monitorear estos valores y, si es necesario, ajusta tu dieta o tratamiento médico.
Evita el consumo de alcohol
El consumo de alcohol puede interferir con la regulación de la glucosa y afectar el páncreas. Por eso, debes evitar la ingesta de bebidas alcohólicas.
Control médico
Es importante realizar controles médicos regulares para monitorear los niveles de glucosa. En algunos casos, el médico puede recomendarte medicamentos como la metformina para mejorar la regulación del azúcar en sangre, especialmente si los cambios en el estilo de vida no son suficientes. Pero siempre y cuando un especialista lo vea necesario.
Preguntas frecuentes
¿Cómo comienza la prediabetes?
La prediabetes comienza cuando el cuerpo se vuelve resistente a la insulina o el páncreas no produce suficiente insulina. Esto provoca que los niveles de glucosa en sangre aumenten, aunque no lo suficiente para ser considerados diabetes.
¿Cómo es la orina de una persona con prediabetes?
En la prediabetes, la orina puede volverse más frecuente y en grandes cantidades debido al exceso de azúcar en sangre que el cuerpo intenta eliminar. Esta situación provoca que los riñones trabajen más, lo que lleva a orinar con mayor frecuencia, especialmente por la noche.
¿Qué hacer para salir de la prediabetes?
Para revertir la prediabetes, es crucial hacer cambios en el estilo de vida, como llevar una dieta equilibrada, rica en fibra y baja en azúcares, hacer ejercicio regularmente y perder peso si es necesario.
¿Qué no puede comer una persona con prediabetes?
Una persona con prediabetes debe evitar alimentos ricos en azúcares refinados, como dulces, bebidas azucaradas, y productos de panadería industrial. También debe limitar el consumo de carbohidratos simples, como el pan blanco y las pastas.
¿Cómo prevenir la prediabetes?
Para prevenir la prediabetes, es fundamental llevar una vida saludable. Esto incluye mantener una dieta balanceada rica en frutas, verduras, y granos integrales, hacer ejercicio regularmente, mantener un peso saludable y evitar el sedentarismo. Además, es importante controlar el estrés, dormir lo suficiente y limitar el consumo de azúcares refinados y alimentos procesados para mejorar la salud general.
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