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Cardiopatía hipertensiva: Qué es la hipertensión, causas y tratamiento

Cardiopatía hipertensiva: Qué es la hipertensión, causas y tratamiento

5 de set. de 2024

La salud de nuestro corazón es imprescindible. Es el motor que lleva nuestra sangre a todo el cuerpo, que nos recuerda que estamos vivos para seguir adelante. Y su salud se ve muchas veces afectada por distintas afecciones. 

Entre ellas está la cardiopatía hipertensiva. Es una de las complicaciones más serias de la hipertensión, una enfermedad crónica que afecta a millones de personas en todo el mundo.

La hipertensión, también conocida como presión arterial alta, es una condición que, si no se controla, puede llevar a graves problemas de salud, incluyendo enfermedades cardíacas, accidentes cerebrovasculares y daño renal. 

En este artículo, exploraremos en profundidad qué es la hipertensión, sus causas, síntomas, tratamiento, y prevención. Además, se discutirá la relación entre la obesidad y la hipertensión, y se proporcionarán recomendaciones sobre cómo deben comer las personas hipertensas para controlar mejor su condición.

¿Qué es la hipertensión?

La hipertensión es una condición en la que la fuerza de la sangre contra las paredes de las arterias es consistentemente más elevada de lo normal. Esta presión adicional puede causar daño a los vasos sanguíneos y órganos con el tiempo, especialmente el corazón, los riñones, el cerebro y los ojos.

La presión arterial se mide en milímetros de mercurio (mm Hg) y se registra en dos cifras: la presión sistólica (cuando el corazón late) sobre la presión diastólica (cuando el corazón está en reposo entre latidos). 

Una lectura normal de la presión arterial es inferior a 120/80 mm Hg. La hipertensión se diagnostica cuando la presión arterial es consistentemente de 130/80 mm Hg o más alta.

Existen dos tipos principales de hipertensión

  1. Hipertensión primaria (esencial): Es la forma más común y no tiene una causa identificable. Suele desarrollarse gradualmente con los años.

  1. Hipertensión secundaria: Es menos común y se produce debido a una afección subyacente, como problemas renales, trastornos hormonales o el uso de ciertos medicamentos.

Causas de la Hipertensión

La hipertensión primaria no tiene una causa clara, pero varios factores pueden contribuir a su desarrollo:

  1. Edad: A medida que envejecemos, tenemos un mayor riesgo de desarrollar hipertensión debido al endurecimiento de las arterias.

  1. Genética: Un historial familiar de hipertensión aumenta la probabilidad de que una persona desarrolle la enfermedad.

  1. Sobrepeso y obesidad: El exceso de peso obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre, lo que aumenta la presión arterial.

  1. Sedentarismo: La falta de actividad física puede llevar al aumento de peso y un corazón menos eficiente, lo que contribuye a la hipertensión.

  1. Consumo excesivo de sal: La ingesta elevada de sodio provoca retención de líquidos, lo que aumenta el volumen sanguíneo y, en consecuencia, la presión arterial.

  1. Consumo excesivo de alcohol: Beber alcohol en exceso puede dañar el corazón y aumentar la presión arterial.

  1. Estrés: El estrés crónico puede contribuir al aumento de la presión arterial a través de mecanismos hormonales y de comportamiento.

  1. Fumar: El tabaquismo daña progresivamente las paredes de los vasos sanguíneos 

  1. Condiciones de salud subyacentes: Enfermedades como la apnea del sueño, problemas renales y trastornos hormonales pueden causar hipertensión secundaria.

    Causas de la Hipertensión

Síntomas de la hipertensión

La hipertensión es a menudo llamada el "asesino silencioso" porque generalmente no presenta síntomas evidentes hasta que nos causa algún daño significativo en los órganos vitales. Sin embargo, cuando la presión arterial es extremadamente alta, algunos síntomas pueden incluir:

  1. Dolores de cabeza intensos: Estos pueden ser indicativos de una crisis hipertensiva, una emergencia médica.

  1. Mareos o desvanecimientos: La presión arterial muy alta puede reducir el flujo sanguíneo al cerebro, causando mareos.

  1. Dificultad para respirar: La hipertensión puede afectar al corazón y los pulmones, provocando falta de aire.

  1. Dolor en el pecho: Esto podría ser un signo de que la hipertensión ha causado daño al corazón.

  1. Visión borrosa o cambios en la visión: La presión arterial alta puede dañar los vasos sanguíneos de los ojos.

  1. Sangrado nasal: En raros casos, la hipertensión severa puede provocar hemorragias nasales.

Es importante destacar que estos síntomas no son exclusivos de la hipertensión y pueden ser causados por otras condiciones. Por ello, recomendamos que de forma regular midan su presión arterial, especialmente si tienen factores de riesgo.

Síntomas de la hipertensión

Tratamiento de la hipertensión

Este generalmente implica una combinación de cambios en el estilo de vida y medicamentos especializados. El objetivo es reducir la presión arterial a un nivel seguro y mantenerla allí para prevenir complicaciones.

Cambios en el estilo de vida

  • Dieta saludable: Seguir una dieta baja en sodio, rica en frutas, verduras, granos enteros y proteínas magras, como la dieta DASH (Dietary Approaches to Stop Hypertension), puede ayudarte a reducir la presión arterial.

  • Ejercicio regular: Realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, como caminar o nadar, puede ayudar a mantener la presión arterial en números adecuados. 

  • Pérdida de peso: Perder incluso una pequeña cantidad de peso puede ayudar a reducir la presión arterial en personas con sobrepeso u obesidad.

  • Reducción del consumo de alcohol: Limitar la ingesta de alcohol a no más de una bebida al día para las mujeres y dos para los hombres puede ayudar a controlar la presión arterial.

  • Dejar de fumar: Abandonar el tabaco mejora la salud del corazón y reduce la presión arterial.

  • Control del estrés: Técnicas de manejo del estrés, como la meditación, la respiración profunda y el yoga, pueden ayudar a bajar la presión arterial.

    Tratamiento de la hipertensión

Medicamentos 

Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar la presión arterial, los médicos pueden recetar medicamentos. Algunos de los fármacos más comunes incluyen:

  • Diuréticos: Ayudan a eliminar el exceso de sodio y agua del cuerpo, reduciendo el volumen de sangre y, por lo tanto, la presión arterial.

  • Betabloqueantes: Disminuyen la frecuencia cardíaca y la fuerza de los latidos, lo que reduce la presión alta. 

  • Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA): Relajan los vasos sanguíneos al inhibir una enzima que los estrecha.

  • Antagonistas de los receptores de angiotensina II (ARA-II): Estos medicamentos relajan los vasos sanguíneos de manera similar a los IECA, pero a través de un mecanismo diferente.

  • Calcioantagonistas: Relajan los vasos sanguíneos al bloquear la entrada de calcio en las células del músculo liso de los vasos.

  • Alfa-bloqueantes: Reducen la resistencia en los vasos sanguíneos y relajan los músculos alrededor de ellos.

El tratamiento de la hipertensión es a menudo un proceso a largo plazo, y en muchos casos, es necesario continuar tomando medicamentos y seguir los cambios en el estilo de vida durante toda la vida.

Prevención de la hipertensión

La prevención de la hipertensión implica principalmente que adoptemos un estilo de vida saludable que reduzca el riesgo a desarrollar la enfermedad. Algunas de las medidas preventivas más efectivas incluyen:

Mantener un peso saludable

Controlar el peso corporal es fundamental para prevenir la hipertensión. El sobrepeso y la obesidad son factores de riesgo importantes que pueden ser gestionados con una dieta equilibrada y ejercicio regular.

Seguir una dieta saludable

Adoptar una dieta rica en frutas, verduras, granos enteros, y baja en sodio es crucial. La dieta DASH es una de nuestras recomendaciones para prevenir la hipertensión.

Reducir el consumo de sal

Limitar la ingesta de sodio a menos de 2,300 mg por día (idealmente 1,500 mg) puede ayudar a prevenir la hipertensión.

Ejercicio regular

La actividad física regular fortalece el corazón y reduce la presión arterial. Te recomendamos al menos 30 minutos de ejercicio moderado la mayoría de los días de la semana.

Limitar el consumo de alcohol

Beber alcohol en moderación o evitarlo por completo puede ayudar a mantener la presión arterial en niveles normales.

No fumar

Dejar de fumar o no hacerlo nunca es una de las decisiones más importantes que una persona puede tomar para mejorar su salud general y prevenir la hipertensión.

Controlar el estrés

Practicar técnicas de relajación y manejo del estrés puede ayudar a reducir la presión arterial.

Monitorización regular

Medir la presión arterial regularmente, especialmente si se tienen factores de riesgo, puede ayudarte a detectar la hipertensión a tiempo y tomar las medidas necesarias para controlarla.

Obesidad e hipertensión

La relación entre obesidad e hipertensión es bien conocida. El exceso de peso corporal obliga al corazón a trabajar más para bombear sangre a través del cuerpo, lo que aumenta la presión arterial. 

Además, la obesidad puede afectar negativamente a la salud vascular, provocando rigidez en los vasos sanguíneos y promoviendo la inflamación, factores que contribuyen al desarrollo y agravamiento de la hipertensión.

La obesidad también está asociada con la resistencia a la insulina, lo que puede llevar al síndrome metabólico, una combinación de trastornos que incluyen hipertensión, niveles elevados de azúcar en sangre, exceso de grasa abdominal y niveles anormales de colesterol. 

Este síndrome aumenta significativamente el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares.

Para las personas con sobrepeso u obesidad, la pérdida de peso es una de las estrategias más efectivas para reducir la presión arterial y mejorar la salud cardiovascular en general. Incluso una pérdida de peso modesta, del 5% al 10% del peso corporal total, puede tener un impacto positivo significativo en la presión arterial.

¿Cómo deben comer los hipertensos?

La alimentación juega un papel fundamental para mantener nuestra salud general, sin embargo, toma mayor relevancia en el tratamiento de las personas que sufren de tensión alta. 

Por ello, debes concentrarte en dos cosas: alimentos nutritivos y saciantes, y el control de las porciones.

Alimentos nutritivos y saciantes

Te invitamos a elegir verduras y hortalizas (fibra, vitamina y minerales), proteínas magras (reparación de tejidos), grasas saludables (control de apetito) y carbohidratos complejos (controlan la insulina)

Control de las Porciones

Estas dependen de las necesidades de cada persona, pero te sugerimos implementar estas sencillas técnicas. Comer despacio (masticar los alimentos), platos más pequeños (sensación de porciones más grandes) y servir la comida antes de comer. 

Si quieres saber más sobre una dieta adecuada para ayudarte a controlar la hipertensión, te invitamos a leer nuestro artículo dieta para hipertensos. 

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