Enfermedad pulmonar obstructiva crónica: Causas, síntomas y su relación con la obesidad
La Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica (EPOC) es una afección respiratoria progresiva que limita el flujo de aire y dificulta la respiración. Según la OMS es la cuarta causa de muerte en el mundo ocasionando aproximadamente 3,5 millones de defunciones en 2021, el 5% de las muertes a nivel mundial.
Más del 70% de los casos son producidos por el tabaquismo y la contaminación del aire. En España, para el año 2021 la prevalencia en la población a partir de 40 años se sitúa en 29,3 casos por cada 1.000 habitantes.
Su impacto en la calidad de vida es significativo, y su relación con la obesidad es un factor que puede pasarse por alto. En este artículo, analizaremos qué es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica, las causas, síntomas, diagnóstico, prevención y tratamiento. ¡Sigue leyendo!
¿Qué es la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica?
La EPOC o enfermedad pulmonar obstructiva crónica es una enfermedad respiratoria caracterizada por lesiones en las vías respiratorias y en parte del pulmón. La inflamación generada por la lesión puede causar obstrucción del flujo de aire lo que dificulta la respiración.
Se asocia principalmente con el enfisema pulmonar y la bronquitis crónica, y suele desarrollarse debido a la exposición prolongada a irritantes como el humo del tabaco. Es una enfermedad progresiva que cursa con síntomas leves que empeoran con el tiempo. Puede llegar a incapacitar las actividades diarias básicas.
Causas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Son varios los procesos que pueden causar enfermedades respiratorias y desembocar en una EPOC. El mecanismo en la enfermedad implica una obstrucción de parte de los pulmones a causa de secreciones o inflamación del epitelio. Los factores de riesgos que llevan a complicaciones graves son:
Tabaquismo: Fumar cigarros, pipas o puros, entre otros, daña las vías respiratorias y los pulmones, siendo el principal factor de riesgo. La exposición pasiva al humo también puede afectar.
Exposición a contaminantes ambientales: La exposición prolongada a gases, humo, vapores y polvos químicos pueden irritar y causar hinchazón en los pulmones, aumentando el riesgo de EPOC.
Exposición al humo de combustibles: En regiones donde se utilizan combustibles sólidos para cocinar y calentar espacios mal ventilados, la exposición al humo aumenta el riesgo de desarrollar la enfermedad.
Factores genéticos: La deficiencia de alfa-1 antitripsina, una proteína que protege los pulmones, puede provocar EPOC, especialmente si el individuo está expuesto a factores ambientales nocivos.
Obesidad: El sobrepeso u obesidad incrementa el riesgo de padecer EPOC y puede provocar un deterioro en la función pulmonar. Esto se debe a la presión que ejerce la grasa abdominal sobre los pulmones, lo que dificulta la función respiratoria.

Síntomas de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Como ya se ha mencionado, los síntomas de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica inician de forma leve, pero pueden empeorar rápidamente. Las crisis respiratorias, conocidas como exacerbaciones, pueden durar unos pocos días y mejorar temporalmente con tratamientos. Durante el período de exacerbación los síntomas pueden agravarse e incluso presentar fiebre.
La sintomatología más común presentada para EPOC incluye:
Tos crónica: Los pacientes comienzan con una tos persistente, a menudo con producción de esputo o mucosidad espesa.
Dificultad para respirar: Especialmente durante actividades físicas moderadas.
Sibilancias: Es como un silbido que se escucha al respirar, acompañado de presión en el pecho, sensación de constricción o pesadez.
Fatiga: Sensación de cansancio, debilidad y falta de energía.
Infecciones respiratorias frecuentes: Mayor susceptibilidad a resfriados, gripe y neumonía.

Diagnóstico de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Detectar la EPOC puede resultar complejo debido a que los síntomas pueden confundirse con los de otras enfermedades respiratorias. Por esta razón, muchas personas no reciben un diagnóstico hasta que la afección ha avanzado considerablemente. Para identificar esta condición es posible que el profesional considere la siguiente información:
Historia clínica: En esta fase, el médico examina los síntomas del paciente, explora el historial médico y familiar, y evalúa posibles exposiciones a sustancias irritantes, como el humo del cigarrillo. Además, lleva a cabo un examen físico que incluye la auscultación pulmonar.
Espirometría: Se trata de una prueba que mide la cantidad de aire que se puede exhalar y la rapidez, ayudando a detectar obstrucciones. Con esta prueba es posible conocer el grado de limitación del flujo de aire para poder diagnosticar la EPOC.
Pruebas pulmonares: Para observar el estado de los pulmones, es posible indicar radiografías o tomografías. Estas permiten conocer el volumen, cantidad de aire que retienen los pulmones, y la difusión pulmonar, para medir la eficacia del transporte de oxígeno.
Análisis de sangre: Permite evaluar niveles de oxígeno y dióxido de carbono en la sangre e incluso si se trata de una afección genética denominada deficiencia de alfa-1-antitripsina.
Prevención de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
La prevención de la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica está relacionada directamente con evitar la causa de la enfermedad. Como está relacionada con el hábito de fumar, la mejor manera de prevenir la EPOC es no fumar nunca y, en caso de estar haciéndolo, dejarlo cuanto antes.
Otras medidas que pueden ayudar a prevenir esta condición incluye:
Evitar exposiciones laborales nocivas: Utilizar equipos de protección y seguir protocolos de seguridad en entornos laborales con exposición a sustancias irritantes puede ayudar a prevenir enfermedades respiratorias.
Mejorar la ventilación doméstica: Reducir la exposición al humo de combustibles en casa e instalar dispositivos que puedan alarmar al detectar la presencia de contaminantes puede ayudar.
Vacunación: Recibir vacunas contra la gripe y la neumonía para prevenir infecciones respiratorias es indispensable. Esto es especialmente importante en personas que han sido fumadoras en el pasado y/o que están expuestas a ambientes tóxicos.
Mejorar el estilo de vida. Mantener un peso saludable, hacer actividad física y descansar, puede marcar la diferencia al prevenir la enfermedad.
Tratamiento de la enfermedad pulmonar obstructiva crónica
Aunque la condición no tiene cura, los tratamientos para la Enfermedad Pulmonar Obstructiva Crónica van a depender de la condición y circunstancias del individuo. Por ejemplo, en una persona con una enfermedad genética, aliviar la condición requiere de tratamientos y control especial.
Para aquellos que han contraído la enfermedad por factores de hábitos o ambientales, el control de los síntomas puede incluir:
Dejar de fumar: La medida más importante para frenar la progresión de la enfermedad es dejar el hábito del tabaco. Para lograrlo, puede ser necesaria la ayuda de un profesional.
Tratamientos médicos.
Rehabilitación pulmonar: Son programas que combinan ejercicio, educación y apoyo para mejorar la calidad de vida. Puede incluir terapia con oxígeno, principalmente cuando se van a realizar actividades físicas que lo requieran.
Llevar un estilo de vida saludable: Una alimentación balanceada y actividad física ayuda a que el tratamiento sea más efectivo.

EPOC y obesidad: ¿qué relación tienen?
Estudios apuntan que la enfermedad pulmonar obstructiva crónica asociada a la obesidad es más común en mujeres. Esto se debe a que la función hormonal, que fluctúa a lo largo de la vida, puede generar mayor nivel de grasa visceral e incrementar el riesgo de asma y de hospitalización por crisis respiratorias.
Además, la presión que hace el exceso de peso cambia la flexibilidad de la caja torácica, lo que dificulta la expansión de los pulmones cuando hay menos aire dentro.
Por otra parte, la obesidad puede incrementar la presión sobre los pulmones, posiblemente debido a una mayor cantidad de sangre circulando en el cuerpo. Esto provoca que tanto los pulmones como la caja torácica trabajen más para respirar, haciendo que el proceso sea más difícil y demandante, aumentando el riesgo de complicaciones.
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Alimentación y estilo de vida de una paciente con EPOC
La alimentación y el estilo de vida son muy importantes al padecer EPOC. Se recomienda llevar una alimentación balanceada y variada que le permita al organismo mejorar la inmunidad. Esto incluye:
Alimentación saludable: Debe estar basada en alimentos frescos, incluyendo frutas, frutos secos, verduras, lácteos sin azúcar y cereales integrales. Además, es recomendable consumir carne blanca, pescado, legumbres y huevo de manera semanal.
Hidratación: Consumir suficiente agua ayuda a aflojar la mucosidad.
Evitar comidas pesadas: Se recomienda reducir las porciones, hacer comidas pequeñas y frecuentes. Esto evita sentir presión al respirar cuando se está muy saciado.
Ejercicio físico moderado: Hacer actividad física diaria, vigilada por profesionales, puede ayudar a mejorar la capacidad pulmonar y muscular.
Evitar contaminantes del aire: El humo, polvo y olores fuertes puede empeorar la condición.
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