Dislipidemia | Qué es, causas, síntomas y la mejor dieta

La dislipidemia es una condición que puede ser controlada con cambios en la dieta, en el estilo de vida y, en algunos casos, con medicamentos. Por ello, es importante educar a los pacientes para que la conozcan mejor, a fin de que puedan tomar decisiones informadas con respecto a su salud. 

¿Qué es la dislipidemia y en qué consiste?

La dislipidemia es una alteración en los niveles de grasas (lípidos) en la sangre, la cual se produce por un desequilibrio en las cantidades de colesterol y triglicéridos que circulan por nuestro cuerpo.

Cuando estos niveles están excesivamente elevados, se incrementa el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas tales como las enfermedades cardiovasculares, aterosclerosis, accidentes cerebrovasculares, entre otras. 

Causas de la dislipidemia

Las causas de la dislipidemia pueden ser diversas y combinarse entre sí, pero en general se clasifican en dos grandes grupos:

Causas primarias o genéticas

Estas causas están relacionadas con alteraciones en los genes que regulan el metabolismo de las grasas.

Entre las dislipidemias primarias más comunes son:

• Hipercolesterolemia familiar: la cual se caracteriza por niveles muy elevados de colesterol LDL desde la infancia.

• Hipertrigliceridemia familiar: este tipo de dislipemia se manifiesta con niveles altos de triglicéridos en sangre.

• Deficiencia de lipoproteína lipasa: la lipoproteína lipasa es una enzima esencial para el metabolismo de las grasas, y su deficiencia provoca acumulación de triglicéridos.

Causas secundarias

Estas causas están relacionadas con otros factores o enfermedades que pueden alterar los niveles de lípidos en sangre, entre estas tenemos:

• Dieta desequilibrada: el consumo excesivo de grasas saturadas y trans, colesterol, azúcares simples y alcohol puede elevar los niveles de colesterol y triglicéridos.

• Sedentarismo: la falta de ejercicio físico contribuye al aumento de los niveles de triglicéridos y al descenso del colesterol HDL.

• Sobrepeso y obesidad: cuando una persona tiene exceso de peso (especialmente en la zona abdominal), es más probable que desarrolle resistencia a la insulina. Esta resistencia puede llevar a alteraciones en el metabolismo de las grasas, lo que a su vez provoca un aumento en los niveles de triglicéridos y una disminución del colesterol HDL (el "bueno").

• Diabetes: la diabetes mellitus, tanto tipo 1 como tipo 2, puede causar alteraciones en el metabolismo de las grasas.

• Hipotiroidismo: una tiroides poco activa puede aumentar los niveles de colesterol y triglicéridos.

• Síndrome metabólico: es un conjunto de factores de riesgo que incluyen obesidad abdominal, hipertensión arterial, resistencia a la insulina y alteraciones en el perfil lipídico.

• Ciertos fármacos: algunos medicamentos (como los corticosteroides, diuréticos y algunos anticonceptivos orales), pueden elevar los niveles de lípidos.

• Enfermedades renales y hepáticas: estas enfermedades pueden afectar la producción y eliminación de lípidos.

Síntomas de la dislipemia

La dislipidemia suele ser asintomática, es decir,muchas personas pueden tener niveles anormales de colesterol y triglicéridos sin experimentar ningún síntoma físico. 

Sin embargo, es importante recordar que la dislipidemia es un factor de riesgo importante para enfermedades cardiovasculares, las cuales sí presentan síntomas, como:

Enfermedades vasculares sintomáticas

• Enfermedad coronaria: angina de pecho, infarto de miocardio.

• Accidente cerebrovascular: debilidad en un lado del cuerpo, dificultad para hablar, visión borrosa.

• Enfermedad arterial periférica: dolor en las piernas al caminar, calambres nocturnos, heridas que tardan en curar.

Otros síntomas

• Xantomas: depósitos amarillos de grasa en la piel o tendones, especialmente en los párpados, codos y rodillas.

• Pancreatitis: dolor abdominal intenso, náuseas, vómitos.

Diagnóstico de la dislipidemia

El diagnóstico de la dislipidemia se realiza principalmente a través de un análisis de sangre, conocido como perfil lipídico. 

Este examen mide los niveles de colesterol total, colesterol LDL ("malo"), colesterol HDL ("bueno") y triglicéridos, los cuales se comparan con los rangos considerados normales, para determinar si existe alguna alteración en el perfil lipídico del paciente. 

Además del análisis de sangre, se consideran otros factores de riesgo, como la historia clínica familiar, la dieta, el estilo de vida y la presencia de otras enfermedades como la diabetes o la hipertensión arterial.

Tratamiento de la dislipidemia

El tratamiento de la dislipidemia se centra en reducir los niveles de colesterol "malo" (LDL) y triglicéridos, y aumentar los niveles de colesterol "bueno" (HDL), siendo su objetivo principal prevenir la aparición de enfermedades cardiovasculares.

Por ende, un buen tratamiento de la dislipidemia es aquel que incluye:

1. Cambios en el estilo de vida

• Dieta: se reduce el consumo de grasas saturadas y trans presentes en carnes rojas, productos lácteos enteros, alimentos procesados y frituras; mientras que se aumenta el consumo de frutas, verduras, granos integrales y pescado graso (rico en ácidos grasos omega-3). Se debe limitar el consumo de azúcares añadidos y alimentos procesados.

• Ejercicio físico regular: por lo menos 30 minutos de actividad física moderada la mayoría de los días de la semana (si el paciente tiene sobrepeso u obesidad, perder incluso una pequeña cantidad de peso puede mejorar significativamente su perfil lipídico).

• Dejar de fumar: el tabaquismo aumenta el riesgo de enfermedades cardiovasculares y puede empeorar la dislipidemia.

2. Medicamentos

Si los cambios en el estilo de vida no son suficientes para controlar los niveles de lípidos, se pueden recetar medicamentos. Los más comunes son:

• Estatinas: que reducen la producción de colesterol en el hígado.

• Fibratos: ayudan a reducir los niveles de triglicéridos y aumentan los niveles de HDL.

• Secuestrantes de ácidos biliares: impiden que el cuerpo reabsorba el colesterol.

• Inhibidores de la PCSK9: bloquean una proteína que aumenta la producción de colesterol.

• Niacina: también conocida como vitamina B3, puede reducir los niveles de colesterol LDL y aumentar los niveles de HDL.

3. Otros tratamientos:

En algunos casos, se pueden considerar otros tratamientos, como la terapia de reemplazo hormonal en mujeres postmenopáusicas o procedimientos médicos para reducir el colesterol en sangre.

Recomendación 

El tratamiento de la dislipidemia debe ser individualizado y supervisado por un médico, ya que el tipo de medicamento y la dosis se determinan en función de la gravedad de la enfermedad, la presencia de otros factores de riesgo asociados y la respuesta individual del paciente al tratamiento.

Mitos vs. realidades sobre la dislipidemia

La dislipidemia es un tema que a menudo genera confusión debido a la gran cantidad de información errónea que circula por doquier (especialmente en internet). A continuación, desmitificamos algunos de los conceptos más comunes sobre esta afección:

Mitos 

• Mito 1: El colesterol es siempre malo

Falso. El colesterol es una sustancia esencial para el organismo, ya que forma parte de las membranas celulares y es necesario para la producción de hormonas. El problema surge cuando los niveles de colesterol malo (LDL) son demasiado altos.

• Mito 2: Los huevos aumentan el colesterol

Parcialmente falso. Aunque los huevos contienen colesterol, su consumo moderado no suele elevar significativamente los niveles de colesterol en sangre en personas sanas. Sin embargo, en personas con niveles de colesterol muy altos, es recomendable limitar su consumo.

• Mito 3: El colesterol solo afecta a las personas mayores

Falso. La dislipidemia puede afectar a personas de cualquier edad, incluso a niños.

• Mito 4: Si no tengo sobrepeso, no tengo riesgo de presentar dislipidemia

Falso. Aunque el sobrepeso es un factor de riesgo, la dislipidemia también puede presentarse en personas con peso normal, debido a factores genéticos u otros trastornos.

• Mito 5: Una vez que tengo dislipidemia, ya no puedo hacer nada

Falso. La dislipidemia se puede controlar y prevenir a través de cambios en el estilo de vida y, en algunos casos, con medicación.

Realidades 

• La dislipidemia es un factor de riesgo para enfermedades cardiovasculares

Los niveles elevados de colesterol "malo" y triglicéridos aumentan el riesgo de sufrir ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares y otras enfermedades del corazón.

• La dieta juega un papel fundamental

Una dieta equilibrada, baja en grasas saturadas y colesterol, rica en frutas, verduras, cereales integrales y pescado azul, puede ayudar a controlar los niveles de lípidos en sangre.

• El ejercicio físico es esencial

La actividad física regular ayuda a aumentar el colesterol "bueno" (HDL) y a reducir los triglicéridos.

• La genética también influye

Algunos casos de dislipidemia son hereditarios y requieren un seguimiento médico más estrecho.

• El tratamiento puede incluir cambios en el estilo de vida y medicamentos 

En algunos casos, los cambios en la dieta y el ejercicio no son suficientes para controlar los niveles de lípidos, por lo que se requieren medicamentos.

La alimentación es una herramienta fundamental en el manejo de la dislipidemia, ya que puede ayudar a reducir los niveles de colesterol "malo" (LDL) y triglicéridos, y aumentar los niveles de colesterol "bueno" (HDL).

Por ello, una persona con dislipidemia debe incluir en su menú alimentos saludables como: 

• Frutas y verduras: para asegurar una ingesta adecuada de vitaminas, minerales y fibra.

• Cereales integrales: pan integral, pasta integral, arroz integral y otros granos enteros.

• Legumbres: lentejas, garbanzos, frijoles, etc., son una excelente fuente de fibra y proteínas.

• Pescado: especialmente pescados azules como salmón, atún, sardina y caballa, ricos en ácidos grasos omega-3.

• Frutos secos: almendras, nueces, avellanas, etc., son una buena fuente de grasas saludables.

• Aceite de oliva virgen extra: para cocinar y aliñar.

Y por otro lado, debe limitar la ingesta de alimentos como:

• Carnes rojas y procesadas: debe reducir el consumo de carnes rojas y embutidos.

• Productos lácteos enteros: leche entera, queso entero (como el cheddar, el brie y el gouda), yogur entero.

• Huevos: debe limitar el consumo de yemas, ya que son ricas en colesterol.

• Azúcares añadidos: bebidas azucaradas, dulces y alimentos procesados con alto contenido de azúcar.

• Grasas saturadas y trans: reducir el consumo de alimentos ricos en grasas saturadas (mantequilla, margarina, carnes grasas) y grasas trans (bollería industrial, comida rápida).

Ejemplo de menú saludable

Recomendaciones

• Consulta a un médico: la dislipidemia es una condición médica que requiere un diagnóstico preciso y un tratamiento adecuado. Solo un profesional de la salud, como un médico o un endocrinólogo, puede realizar las pruebas necesarias para confirmar el diagnóstico y determinar la gravedad de la condición.

• Consulta a un nutricionista: un profesional de la nutrición te puede ayudar a diseñar un plan de alimentación personalizado que se adapte a tus necesidades y gustos.

• Combina dieta con ejercicio: la actividad física regular es fundamental para mejorar el perfil lipídico. Por eso, debes hacer ejercicio físico de forma regular, incluyendo en tu rutina actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta o realizar ejercicios aeróbicos.

Preguntas frecuentes

¿Cuál es la causa de la dislipidemia?

Las causas de la dislipidemia son variadas y pueden incluir factores genéticos, dietéticos, estilo de vida y enfermedades subyacentes que alteran el metabolismo de las grasas

¿Qué alimentos causan dislipidemia?

El consumo excesivo de alimentos ricos en grasas saturadas y trans (como carnes rojas, embutidos, lácteos enteros, frituras y productos procesados), así como también la alta ingesta de azúcares simples (presentes en refrescos, dulces y productos de repostería), son factores de riesgo para la dislipidemia.

¿Qué tipo de dieta debe llevar una persona con dislipidemia?

El paciente que presenta dislipidemia debe llevar una dieta equilibrada que incluya alimentos como: frutas y verduras, cereales integrales, legumbres, pescado azul, frutos secos, aceite de oliva.

Estos alimentos, junto con una reducción en el consumo de grasas saturadas y azúcares simples, pueden ayudar a reducir el colesterol "malo", aumentar el "bueno" y disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares.

¿Cómo se quita la dislipidemia?

La dislipidemia se trata principalmente con medidas no farmacológicas como perder peso corporal, dejar de fumar y adoptar una dieta saludable baja en grasas saturadas (los medicamentos se utilizan como complemento cuando es necesario).

¿La dislipemia puede provocar sobrepeso u obesidad?

No, la dislipidemia no provoca sobrepeso u obesidad (no te preocupes, es común confundir la causa con el efecto). La dislipidemia es una consecuencia, y no una causa, del sobrepeso y la obesidad.