Qué es la osteoporosis
La osteoporosis consiste en una enfermedad ósea en la que se produce una disminución de la densidad y la calidad de los huesos, conllevando que se vuelvan frágiles y más propensos a fracturas.
Esta condición es conocida como una enfermedad silenciosa, debido a que sus efectos no suelen ser evidentes hasta que ocurre una fractura.
La osteoporosis es una de las enfermedades más comunes entre adultos mayores, especialmente en mujeres postmenopáusicas debido a la disminución en los niveles de estrógeno, hormona que juega un rol crucial en el mantenimiento de la densidad ósea.
Causas de la osteoporosis
A nivel microscópico, la osteoporosis provoca que se vuelva poroso y débil el tejido óseo, afectando principalmente a huesos como los de la cadera, columna vertebral y muñecas.
En términos sencillos, la osteoporosis surge cuando el cuerpo pierde más hueso del que es capaz de producir o mantener.
A lo largo de nuestra vida, los huesos están en constante proceso de renovación mediante la eliminación del tejido óseo viejo y su reemplazo por tejido nuevo.
Sin embargo, cuando este equilibrio se rompe, y la resorción (pérdida de hueso) supera la formación de nuevo hueso, se presenta la osteoporosis.
Existen diversas causas que pueden conducir al desarrollo de la osteoporosis, y la mayoría de ellas están relacionadas con factores hormonales, nutricionales y genéticos.
Algunas de las principales causas son las siguientes:
Desequilibrio hormonal
El equilibrio hormonal es clave para la salud ósea, pudiendo observarse que, en las mujeres se produce la caída en los niveles de estrógeno tras la menopausia, lo que a su vez acelera significativamente la pérdida ósea y, con ello, aumenta el riesgo de osteoporosis.
En los hombres, los bajos niveles de testosterona también pueden influir en el desarrollo de la enfermedad.
Deficiencia de calcio y vitamina D
El calcio es un mineral fundamental tanto para la formación, así como el mantenimiento de los huesos, y su deficiencia a lo largo del tiempo puede contribuir al desarrollo de osteoporosis.
La vitamina D favorece que el cuerpo absorba el calcio de los alimentos adecuadamente. Una dieta pobre en calcio y vitamina D debilita la estructura ósea, predisponiendo a la osteoporosis.
Falta de actividad física
La actividad física es un estímulo crucial para la fortaleza ósea, de modo que la falta de ejercicio, en particular si se trata de cargar peso, tal como caminar, correr o levantar pesas, puede debilitar los huesos.
Las personas sedentarias tienen un mayor riesgo de perder densidad ósea con el tiempo.
Factores genéticos
Los antecedentes familiares suelen incidir en el desarrollo de la osteoporosis.
Si tus padres o abuelos también han padecido esta enfermedad, lo más probable es que también te encuentres en riesgo.
Consumo excesivo de alcohol y tabaco
El tabaquismo y el consumo elevado de alcohol son otros de los factores de riesgo para que se produzca un aumento en la resorción ósea.
Fumar interfiere con la capacidad del cuerpo para usar el calcio, mientras que el alcohol en exceso afecta negativamente las células responsables de la formación ósea.
Uso prolongado de algunos medicamentos
Algunos medicamentos, como los corticosteroides, pueden interferir con la regeneración ósea si se utilizan durante periodos prolongados.
Estos fármacos son conocidos por aumentar la descomposición ósea y reducir la capacidad del cuerpo para formar nuevo tejido óseo.

Síntomas de la osteoporosis
La osteoporosis es conocida por ser una enfermedad silenciosa, dado que es muy rara la ocasión en la que presenta síntomas evidentes. Generalmente, no suele detectarse hasta que ocurre una fractura.
Sin embargo, existen ciertos signos que pueden ser indicativos de la pérdida ósea:
Fracturas frecuentes
El síntoma más obvio de la osteoporosis es la fractura de huesos con traumatismos mínimos, como caídas leves o incluso pequeñas torsiones.
Las fracturas en la cadera, muñecas y columna vertebral son las más comunes.
Dolor de espalda
El dolor en la espalda, especialmente en la parte baja, puede ser indicativo de microfracturas en las vértebras debido a la debilidad ósea.
Con el tiempo, estas microfracturas pueden acumularse y causar un colapso vertebral.
Pérdida de estatura
Una reducción notable en la estatura, de hasta 3 cm o más, puede ser señal de fracturas vertebrales.
Cuando las vértebras colapsan, la columna se acorta, lo que lleva a la pérdida de altura y a veces a una postura encorvada.
Postura encorvada (cifosis)
Una curvatura anormal en la columna vertebral, conocida como cifosis, es otra señal de osteoporosis.
La cifosis ocurre cuando las vértebras debilitadas colapsan o se comprimen, lo que provoca que la parte superior de la columna se incline hacia adelante.

Tratamiento de la osteoporosis
El tratamiento de la osteoporosis se centra en reducir la pérdida ósea, fortalecer los huesos existentes y prevenir las fracturas.
Existen varias opciones de tratamiento como los siguientes:
Medicamentos
Los siguientes medicamentos se utilizan para el tratamiento de la osteoporosis:
Bifosfonatos: son los fármacos más comúnmente prescritos para la osteoporosis.
Ayudan a prevenir la pérdida ósea al inhibir la acción de las células que descomponen el hueso, conocidas como osteoclastos.
Moduladores selectivos de los receptores de estrógeno (SERM): estos medicamentos imitan los efectos protectores del estrógeno en los huesos sin los efectos secundarios hormonales.
Terapia hormonal: en algunas mujeres postmenopáusicas, la terapia con estrógenos puede ayudar a prevenir la pérdida ósea, aunque conlleva ciertos riesgos asociados, como un mayor riesgo de cáncer de mama o enfermedades cardiovasculares.
Denosumab: este es un medicamento que reduce la resorción ósea al inhibir una proteína que estimula los osteoclastos, siendo una alternativa a los bifosfonatos para personas que no los toleran bien.
Suplementos de calcio y vitamina D
Es fundamental que las personas con osteoporosis aseguren una ingesta adecuada de calcio y vitamina D.
El calcio es necesario para la fortaleza de los huesos, y la vitamina D mejora la capacidad del cuerpo para absorberlo. Ambos nutrientes pueden tomarse en forma de suplementos si la dieta no es suficiente.
Ejercicio físico
El ejercicio regular, especialmente las actividades que implican cargar peso, como caminar o levantar pesas, es esencial para mantener los huesos fuertes.
Además, mejorar el equilibrio y la coordinación puede ayudar a prevenir caídas, lo que es crucial para evitar fracturas.
Terapias complementarias
Algunas terapias complementarias, como la acupuntura, la fisioterapia y la masoterapia, pueden ayudar a aliviar el dolor asociado con la osteoporosis, aunque no necesariamente tratan la causa subyacente de la enfermedad.
Complicaciones de la osteoporosis
La osteoporosis puede tener serias complicaciones, especialmente cuando se asocia con fracturas.
Algunas de las complicaciones más comunes incluyen:
Fracturas graves
Las fracturas, especialmente las de cadera, pueden ser debilitantes y generar una pérdida de movilidad.
En personas mayores, las fracturas de cadera pueden aumentar el riesgo de mortalidad debido a complicaciones como infecciones o coágulos sanguíneos.
Discapacidad
La pérdida de movilidad después de una fractura puede llevar a una discapacidad a largo plazo.
Muchas personas con fracturas vertebrales o de cadera necesitan ayuda para realizar actividades diarias.
Dolor crónico
Las fracturas vertebrales pueden causar dolor crónico, lo que afecta la calidad de vida de las personas.
Este dolor puede ser debilitante y dificultar la realización de actividades cotidianas.
Dificultades respiratorias
En casos graves de cifosis, la postura encorvada puede afectar la capacidad pulmonar, lo que lleva a dificultades para respirar y una mayor vulnerabilidad a infecciones respiratorias.
Factores de riesgo y prevención
Según la publicación Osteoporosis del Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticos y de la Piel, esta: “afecta a hombres y mujeres de todas las razas y grupos étnicos. La osteoporosis puede ocurrir a cualquier edad, aunque el riesgo es mayor a medida que se envejece. Para muchas mujeres, la enfermedad comienza a desarrollarse uno o dos años antes de la menopausia”.
Prevenir la osteoporosis es posible, en particular cuando tomas medidas desde una temprana edad.
Los principales factores de riesgo de la osteoporosis suelen ser los siguientes:
Ser mujer.
Edad avanzada.
Antecedentes familiares de osteoporosis.
Bajo índice de masa corporal.
Menopausia temprana.
Uso prolongado de ciertos medicamentos, como corticosteroides.
Consumo excesivo de alcohol o tabaco.
Asimismo, puedes llevar a cabo algunas prácticas para prevenir la osteoporosis:
Consumir una dieta rica en calcio y vitamina D: puedes comer alimentos ricos en calcio, tales como productos lácteos, verduras de hoja verde y pescados como el salmón. Asegura una buena ingesta de vitamina D mediante la exposición al sol o suplementos.
Ejercicio regular: mantente activo con ejercicios que carguen peso y mejoren el equilibrio para fortalecer los huesos y prevenir caídas.
Estilo de vida saludable: evita fumar y modera el consumo de alcohol, ya que ambos hábitos están relacionados con una mayor pérdida ósea.
Exámenes de densidad ósea: realizar una densitometría ósea permitirá detectar la osteoporosis en sus primeras etapas. En particular, las mujeres mayores de 65 años y los hombres mayores de 70 años deben considerar realizarse exámenes de detección de osteoporosis.
La osteoporosis es una enfermedad con graves consecuencias si no se previene o trata de manera adecuada. Aunque no presenta síntomas evidentes en sus etapas iniciales, la pérdida de densidad ósea puede ser identificada a través de exámenes médicos y manejada con tratamiento oportuno.
Una dieta adecuada, ejercicio físico y cambios en el estilo de vida son esenciales para mantener la salud de los huesos y evitar que se produzcan complicaciones a largo plazo.
Preguntas frecuentes sobre la osteoporosis
¿Cuándo debo preocuparme por la osteoporosis?
Debes preocuparte por la osteoporosis si tienes factores de riesgo como menopausia temprana, historial familiar de la enfermedad o uso prolongado de medicamentos que afectan los huesos. Consultar con un médico para una evaluación de la densidad ósea es esencial si estás en riesgo.
¿Qué alimentos debo evitar si tengo osteoporosis?
Evita consumir sodio y cafeína en exceso, puesto que pueden incrementar la pérdida de calcio en los huesos. También tienes que limitar el consumo de alcohol, que suele afectar la absorción de calcio.
¿Es posible curar la osteoporosis?
No hay cura para la osteoporosis, pero con el tratamiento adecuado y cambios en el estilo de vida, es posible controlar la enfermedad, fortalecer los huesos y disminuir de forma considerable el riesgo de fracturas.
¿Puedo hacer ejercicio si tengo osteoporosis?
Sí, el ejercicio es una parte crucial del tratamiento de la osteoporosis. Las actividades de bajo impacto, como practicar natación, son seguras y efectivas para fortalecer los huesos y mejorar el equilibrio.
¿Cuándo debo hacerme un examen de densidad ósea?
Las mujeres deben realizarse un examen de densidad ósea a los 65 años, mientras que los hombres deben hacerlo a los 70. Si tienes factores de riesgo adicionales, tu médico puede recomendarte exámenes antes de esas edades.
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