¿Qué es y cómo prevenir la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es un aumento en los niveles de azúcar en sangre que aparece durante el embarazo; y aunque su causa exacta se desconoce, factores como la obesidad, la edad materna avanzada y los antecedentes familiares aumentan el riesgo de padecerla.
Por lo tanto, es fundamental llevar una dieta saludable y equilibrada antes y durante el embarazo, controlar el peso y realizar ejercicio regularmente para prevenir esta condición que afecta a millones de mujeres en el mundo.
¿Qué es la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional es un tipo de diabetes que se desarrolla únicamente durante el embarazo. Ocurre cuando el cuerpo de la mujer embarazada no produce suficiente insulina o no la utiliza de manera efectiva, lo que provoca un aumento en los niveles de azúcar en la sangre.
Síntomas de la diabetes gestacional
La embarazada con diabetes gestacional a menudo no presenta síntomas evidentes. Muchas mujeres la padecen sin darse cuenta, ya que los síntomas suelen ser leves y suelen confundirse con los cambios normales del embarazo. Entre estos están:
Mayor sed: necesidad de beber líquidos con más frecuencia.
Aumento en la frecuencia urinaria: urgencia por orinar más veces durante el día y la noche.
Visión borrosa: alteraciones temporales en la visión (debido a los cambios en los niveles de azúcar en sangre).
Cansancio excesivo: sensación de fatiga constante.
Infecciones frecuentes: mayor susceptibilidad a infecciones, como infecciones urinarias.
Riesgos de no detectar a tiempo la diabetes gestacional
La diabetes gestacional, si no se detecta y trata a tiempo, puede acarrear riesgos significativos tanto para la madre como para el bebé:
Riesgos para la madre
Preeclampsia: un trastorno grave que afecta a la presión arterial y puede causar daños en los órganos.
Parto prematuro: el bebé puede nacer antes de tiempo, lo que aumenta el riesgo de complicaciones.
Mayor riesgo de desarrollar diabetes tipo 2 en el futuro: aumenta las probabilidades de desarrollar diabetes tipo 2 más adelante en la vida.
Infecciones: las mujeres con diabetes gestacional no controlada son más susceptibles a infecciones, como las del tracto urinario.
Riesgos para el bebé
Macrosomía: el recién nacido puede presentar un peso superior al normal, lo que dificulta el parto y aumenta el riesgo de lesiones.
Hipoglucemia: El bebé puede experimentar niveles bajos de azúcar en sangre después del nacimiento.
Ictericia: color amarillento en la piel y los ojos del bebé.
Problemas respiratorios: el bebé puede tener dificultades para respirar al nacer.
Mayor riesgo de desarrollar obesidad y diabetes tipo 2 en el futuro: los bebés de madres con diabetes gestacional tienen un mayor riesgo de desarrollar estos problemas de salud a largo plazo.
Tratamiento para la diabetes gestacional
El tratamiento de la diabetes gestacional se centra en mantener los niveles de glucosa en sangre dentro de un rango saludable para garantizar el bienestar de la madre y el bebé. Esto se logra principalmente a través de:
Dieta equilibrada
En la dieta para embarazadas con diabetes gestacional, tenemos tanto alimentos permitidos, como alimentos prohibidos:
Alimentos permitidos
La dieta de una embarazada con diabetes gestacional debe incorporar alimentos integrales, ricos en fibra y bajos en azúcar, como:
Frutas: manzana, pera, naranja, fresas, bayas (en cantidades moderadas y preferiblemente con bajo índice glucémico).
Verduras: todas las verduras, especialmente las de hoja verde, como la espinaca, la col rizada y las acelgas.
Proteínas: carnes magras (pollo, pavo), pescado, huevos, legumbres (lentejas, garbanzos), tofu.
Granos integrales: pan integral, arroz integral, pasta integral, avena.
Lácteos: leche descremada o baja en grasa, yogur natural sin azúcar, queso cottage.
Grasas saludables: aceite de oliva, aguacate, nueces y semillas.
Alimentos prohibidos
Azúcares añadidos: refrescos, jugos de frutas procesados, dulces, miel, azúcar de mesa.
Harinas refinadas: pan blanco, pasta blanca, arroz blanco.
Frutas secas con azúcar añadido: pasas, dátiles.
Grasas saturadas y trans: alimentos procesados, frituras, carnes grasas.
Alcohol: debe evitarse por completo el consumo de bebidas alcohólicas.
Ejemplo de menú semanal para evitar la diabetes gestacional:

Ejercicio físico
Hacer ejercicio durante el embarazo, especialmente cuando tienes diabetes gestacional, es importante porque:
Regula los niveles de azúcar en sangre: la actividad física ayuda a que las células utilicen la glucosa de manera más eficiente.
Mejora la sensibilidad a la insulina: tu cuerpo utiliza la insulina de manera más eficaz para transportar la glucosa a las células.
Aumenta tus niveles de energía: te sentirás más vigorosa y con menos fatiga.
Fortalece tus músculos: prepara tu cuerpo para el parto y la recuperación postparto.
Mejora tu estado de ánimo: el ejercicio libera endorfinas (hormonas que producen sensación de bienestar).
¿Qué tipo de ejercicios son adecuados?
Caminar: puedes caminar a paso ligero durante 30 minutos la mayoría de los días de la semana.
Natación: es una excelente opción, ya que es de bajo impacto y ayuda a aliviar las molestias comunes del embarazo.
Yoga prenatal: mejora tu flexibilidad, fuerza y respiración, además de que te ayuda a relajarte.
Pilates: fortalece los músculos de tu abdomen y pelvis, preparando tu cuerpo para el parto.

Mitos y realidades sobre la dieta en la diabetes gestacional
Existen muchos mitos en torno a la diabetes gestacional, especialmente en lo que respecta a la alimentación. A continuación, te presentamos una lista de mitos y realidades comunes:
Mito: debo dejar de comer todo lo dulce
Aunque es importante limitar el consumo de azúcares simples y alimentos procesados con alto contenido de azúcar, no es necesario eliminar completamente los alimentos dulces. Se pueden incluir pequeñas cantidades de frutas y otros alimentos con bajo índice glucémico.
Mito: puedo comer lo que quiera, pero en pequeñas porciones
La cantidad de alimento no es el único factor importante, ya que la calidad de los alimentos también influye en los niveles de glucosa en sangre. Por eso, es necesario elegir alimentos con bajo índice glucémico y ricos en fibra.
Mito: los carbohidratos están prohibidos
No es necesario eliminar del todo los carbohidratos, pues estos son una fuente importante de energía. Lo importante es elegir carbohidratos complejos, como los que se encuentran en los granos integrales, frutas y verduras, y evitar los carbohidratos refinados.
Mito: debo hacer una dieta muy estricta y aburrida
La dieta para la diabetes gestacional puede ser variada y deliciosa, y para ello existen muchas recetas saludables y nutritivas que se pueden adaptar a esta condición.
Mito: si como un poco de chocolate me sube mucho el azúcar
El chocolate con alto contenido de cacao y bajo en azúcar puede ser parte de una dieta saludable para la diabetes gestacional, pero debe consumirse con moderación.
Mito: puedo comer todo lo que quiera después de dar a luz
Es un mito, ya que es importante mantener una dieta saludable después del parto (para prevenir la diabetes tipo 2).
Recomendaciones generales
Seguimiento médico constante: acude a todas las citas médicas programadas para monitorear tus niveles de glucosa en sangre, el crecimiento del bebé y ajustar el tratamiento si es necesario. Antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios, consulta con tu médico para asegurarte de que sea segura para ti y tu bebé. No dudes en consultar cualquier duda o inquietud que tengas.
Consulta a un nutricionista: un profesional de la nutrición te puede ayudar a crear un plan de alimentación personalizado.
Equilibrio en tu dieta: consume porciones adecuadas de alimentos para mantener los niveles de glucosa estables.
No te saltes comidas: evita saltarte las comidas para mantener un nivel de azúcar en sangre constante.
Sigue las indicaciones que te dé tu médico: recuerda que cada embarazo es único, por lo que deberás seguir al pie de la letra las recomendaciones específicas de tu médico.
Tratamiento integral: al combinar una dieta saludable, ejercicio regular y un seguimiento médico adecuado, podrás disfrutar de un embarazo saludable y dar a luz a un bebé sano.
Preguntas frecuentes
¿Cómo se diagnostica la diabetes gestacional?
La diabetes gestacional se diagnostica a través de una prueba de tolerancia a la glucosa, que suele realizarse entre las semanas 24 y 28 de embarazo.
¿Cuál es el tratamiento de la diabetes gestacional?
El tratamiento de la diabetes gestacional suele incluir una combinación de dieta saludable, ejercicio regular y monitoreo constante de los niveles de glucosa (en algunos casos puede ser necesaria la administración de insulina para controlar los niveles de azúcar).
¿Cuándo se quita la diabetes gestacional?
En la mayoría de los casos, la diabetes gestacional desaparece poco después del parto. Una vez que el bebé nace y los cambios hormonales propios del embarazo disminuyen, los niveles de glucosa en sangre suelen volver a la normalidad.
¿Qué comer si tengo diabetes gestacional?
Si tienes diabetes gestacional, es fundamental que lleves una dieta equilibrada para controlar tus niveles de azúcar en sangre. Por ello, debes priorizar la ingesta de alimentos ricos en fibra como frutas, verduras y granos integrales e incluir en tu dieta proteínas magras como pollo, pescado y legumbres.
¿Qué puede desayunar una mujer embarazada con diabetes gestacional?
Una mujer embarazada con diabetes gestacional puede incluir en sus desayunos alimentos saludables como la avena con frutas y frutos secos, el yogur griego con semillas de chía; tostadas integrales con aguacate y huevo, o un licuado de frutas y verduras.
¿Qué tipo de ejercicios puedo hacer si tengo diabetes gestacional?
Si tienes diabetes gestacional, podrías realizar actividades físicas de bajo impacto y moderada intensidad, como caminar a paso ligero, bailar, nadar, hacer yoga prenatal o pilates. Recuerda consultar con tu médico gineco-obstetra antes de comenzar cualquier rutina de ejercicios.
¿Cuánto ejercicio se debe hacer en caso de diabetes gestacional?
En caso de presentar diabetes gestacional, se recomienda realizar al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana, distribuidas en sesiones de al menos 30 minutos al día. Antes de iniciar cualquier rutina de ejercicios, consulta con tu médico gineco-obstetra.
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