En los últimos años, el campo de la medicina ha avanzado significativamente en el desarrollo de nuevos tratamientos para diversas condiciones de salud, especialmente aquellas relacionadas con el metabolismo y la regulación de la glucosa.
La semaglutida es uno de estos avances, siendo un fármaco innovador utilizado principalmente en el tratamiento de la diabetes tipo 2 y, más recientemente, en la pérdida de peso en personas con obesidad.
En este artículo, exploraremos qué es la semaglutida, cómo funciona, para qué enfermedades o condiciones está prescrita, cómo se usa, los medicamentos que contienen este compuesto, sus beneficios, riesgos y responderemos algunas de las preguntas más frecuentes sobre este medicamento.
¿Qué es la semaglutida?
La semaglutida es un medicamento perteneciente a la clase de los agonistas del receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1). Se trata de un compuesto sintético que imita la acción de una hormona natural producida en el intestino, conocida como GLP-1, que regula la secreción de insulina, la sensación de saciedad y la glucemia.
Fue aprobado inicialmente como un tratamiento para la diabetes tipo 2, pero su uso ha sido extendido para el control de peso en personas con obesidad o sobrepeso.
El medicamento está disponible en diferentes formulaciones y dosis, dependiendo de la condición a tratar. La semaglutida se administra a través de inyecciones subcutáneas o en formato oral, dependiendo del tipo de tratamiento.
¿Cómo funciona la semaglutida?
El funcionamiento de la semaglutida está estrechamente relacionado con la regulación del azúcar en sangre y el control del apetito. Este medicamento actúa imitando la acción del GLP-1, una hormona que es secretada por el intestino en respuesta a la ingesta de alimentos. Sus principales efectos son los siguientes:
Estimulación de la secreción de insulina
La semaglutida estimula el páncreas para que libere insulina en respuesta a los alimentos que contienen carbohidratos. Esto ayuda a reducir los niveles de glucosa en sangre después de las comidas.
Reduce la liberación de glucagón: el glucagón es una hormona que aumenta los niveles de glucosa en sangre. Al inhibir su liberación, la semaglutida ayuda a mantener estables los niveles de glucosa.
Retarda el vaciamiento gástrico: este medicamento ralentiza la velocidad a la que los alimentos abandonan el estómago, lo que conduce a una mayor sensación de saciedad y, como resultado, a una menor ingesta calórica.
Controla el apetito: al actuar sobre los centros del hambre en el cerebro, la semaglutida contribuye a la reducción del apetito, facilitando el control del peso.
¿Para qué enfermedades o condiciones está prescrita?
Inicialmente, la semaglutida fue desarrollada y está prescrita para tratar principalmente dos condiciones: diabetes tipo 2 y obesidad, pero ha demostrado tener otros beneficios de los que hablaremos más adelante.
Diabetes tipo 2
La semaglutida fue desarrollada inicialmente para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Las personas con esta enfermedad tienen dificultad para regular sus niveles de glucosa en sangre debido a una combinación de resistencia a la insulina y secreción inadecuada de insulina por parte del páncreas.
Al estimular la liberación de insulina en respuesta a los alimentos y reducir la producción de glucosa en el hígado, la semaglutida ayuda a mantener bajo control los niveles de azúcar en sangre.
Este medicamento es una opción popular cuando otros medicamentos para la diabetes, como la metformina, no han logrado un control adecuado de la glucosa.
Pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso
Más recientemente, la semaglutida ha sido aprobada como un tratamiento para la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso. Estudios clínicos han demostrado que este fármaco puede ayudar a las personas a reducir significativamente su peso corporal al suprimir el apetito y aumentar la sensación de saciedad.
Está indicado para:
Personas con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o más (obesidad).
Personas con un IMC de 27 o más (sobrepeso) que también tengan al menos una afección relacionada con el peso, como diabetes tipo 2, hipertensión o dislipidemia.
Te puede interesar: Victoza para bajar de peso, ¿cómo funciona?
¿Cómo se debe usar la semaglutida?
La forma de uso de la semaglutida varía dependiendo de si se prescribe para la diabetes tipo 2 o para la pérdida de peso. Este medicamento está disponible en dos formas principales: inyección subcutánea y tabletas orales.
Inyección subcutánea
La forma inyectable de semaglutida es la más utilizada y se administra mediante una pluma autoinyectable. Las inyecciones se aplican debajo de la piel en áreas como el abdomen, el muslo o el brazo superior. Dependiendo del tratamiento, las dosis pueden variar:
Para la diabetes tipo 2, la dosis estándar comienza en 0.25 mg una vez a la semana, y gradualmente se incrementa a 1 mg según la respuesta del paciente.
Para la pérdida de peso, la dosis comienza con 0.25 mg una vez a la semana, aumentando gradualmente hasta 2.4 mg por semana.
Tabletas orales
En el tratamiento de la diabetes tipo 2, también está disponible una versión oral de semaglutida, que se toma una vez al día, generalmente en ayunas, con un vaso de agua. Esta versión es menos común que la inyectable, pero ofrece una alternativa para quienes prefieren no utilizar inyecciones.
¿Qué medicamentos utilizan este compuesto?
Existen varias marcas comerciales que contienen semaglutida como ingrediente activo. Las más conocidas son:
Ozempic: se utiliza para el tratamiento de la diabetes tipo 2. Está disponible en formato de inyección semanal.
Wegovy: está específicamente formulado para la pérdida de peso en personas con obesidad o sobrepeso. Se administra una vez a la semana mediante inyección.
Rybelsus: es la versión oral de semaglutida, indicada para el control de la diabetes tipo 2. Se toma una vez al día.
Beneficios de la semaglutida
La semaglutida ha mostrado numerosos beneficios en estudios clínicos y en la práctica diaria, tanto para el tratamiento de la diabetes tipo 2 como para la pérdida de peso.
Para la diabetes tipo 2
Mejora el control de la glucosa: la semaglutida ayuda a reducir los niveles de hemoglobina A1c, un marcador clave de la glucosa en sangre a largo plazo.
Reducción de eventos cardiovasculares: en personas con diabetes tipo 2, la semaglutida ha demostrado reducir el riesgo de eventos cardiovasculares mayores, como ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.
Pérdida de peso: aunque su principal objetivo en el tratamiento de la diabetes es el control de la glucosa, los pacientes suelen experimentar una pérdida de peso significativa, lo cual es beneficioso en esta población.
Para la pérdida de peso
Pérdida de peso significativa: en ensayos clínicos, las personas que usaron semaglutida para la pérdida de peso redujeron entre el 10% y el 15% de su peso corporal inicial, lo que supera a otros tratamientos disponibles.
Reducción del riesgo de comorbilidades: al perder peso, los pacientes también reducen el riesgo de enfermedades asociadas a la obesidad, como la hipertensión, apnea del sueño y la diabetes tipo 2.
Mejora del bienestar mental: la pérdida de peso puede llevar a una mejora en la autoestima y el bienestar emocional de los pacientes.
Riesgos y efectos secundarios de la semaglutida
Como cualquier medicamento, la semaglutida no está exenta de efectos secundarios. Aunque muchos usuarios experimentan solo molestias leves, es importante estar consciente de los riesgos.
Efectos secundarios comunes
Algunos de los efectos secundarios más comunes de la semaglutida incluyen:
Náuseas y vómitos: estos son los efectos secundarios más frecuentes, especialmente al iniciar el tratamiento. Sin embargo, suelen disminuir con el tiempo.
Diarrea o estreñimiento: los trastornos gastrointestinales son comunes, pero también suelen ser temporales.
Dolor abdominal: algunas personas pueden experimentar molestias en el abdomen, que suelen ser leves.
Efectos secundarios graves
Aunque son menos comunes, algunos efectos secundarios graves incluyen:
Pancreatitis: aunque es raro, se ha informado de casos de pancreatitis aguda en personas que toman semaglutida. Los síntomas incluyen dolor abdominal intenso que puede irradiar hacia la espalda.
Problemas de la vesícula biliar: en algunos casos, se ha informado de la aparición de cálculos biliares.
Reacciones alérgicas: si bien son poco frecuentes, algunas personas pueden experimentar reacciones alérgicas graves, como erupciones cutáneas, hinchazón y dificultad para respirar.
Comparación de la semaglutida con otros tratamientos para la pérdida de peso y la diabetes
La semaglutida no es el único tratamiento disponible para la diabetes tipo 2 o la pérdida de peso, por lo que puede ser útil compararla con otros medicamentos o métodos de tratamiento. Puedes abordar las diferencias en cuanto a eficacia, efectos secundarios, accesibilidad y conveniencia de uso.
Comparación con otros medicamentos para la diabetes tipo 2
Metformina: es el tratamiento de primera línea para la diabetes tipo 2. Aunque eficaz, no produce los mismos efectos en la pérdida de peso que la semaglutida.
Inhibidores de SGLT-2: también utilizados para el control de la glucosa, pero actúan de manera diferente y pueden tener otros efectos secundarios.
Insulina: la insulina es el tratamiento más conocido, pero a menudo está asociada con el aumento de peso, lo que la diferencia de la semaglutida.
Comparación con otros medicamentos para la pérdida de peso
Orlistat: un medicamento que impide la absorción de grasas en el intestino. Tiene una tasa de pérdida de peso menor en comparación con la semaglutida y puede causar efectos secundarios gastrointestinales más pronunciados.
Fentermina-topiramato: un medicamento combinado para la pérdida de peso que tiene buenos resultados, pero puede conllevar riesgos más altos de efectos secundarios cardiovasculares en comparación con la semaglutida.
Estudios clínicos y resultados sobre la semaglutida
Los estudios clínicos han jugado un papel importante en la aprobación de la semaglutida tanto para la diabetes como para la pérdida de peso.
Estudio STEP (Semaglutide Treatment Effect in People with Obesity)
Este estudio mostró que las personas que tomaban semaglutida perdieron en promedio entre un 10% y un 15% de su peso corporal en comparación con el grupo que recibió placebo, lo que la convierte en una de las opciones más efectivas para el control del peso hasta la fecha.
Resultados en pacientes con diabetes tipo 2
Los estudios clínicos en pacientes con diabetes tipo 2 demostraron que la semaglutida no solo mejora el control de la glucosa en sangre, sino que también reduce el riesgo de eventos cardiovasculares como infartos y accidentes cerebrovasculares.
Consideraciones sobre el acceso y el costo
El costo y la accesibilidad son aspectos importantes al considerar la semaglutida como tratamiento. Puedes desarrollar este punto para discutir la situación actual en cuanto a los costos y la cobertura por parte de seguros médicos.
Costo de la semaglutida
Los medicamentos basados en semaglutida, como Ozempic, Wegovy y Rybelsus, pueden ser costosos, especialmente si no están cubiertos por el seguro. Comparado con otros medicamentos para la pérdida de peso y la diabetes, su precio puede ser un factor limitante para muchos pacientes.
El costo de estos medicamentos es de aproximadamente entre 120 a 400 euros. Por supuesto, una sola inyección puede servir para varias dosis, especialmente, cuando estas son bajas.
Cobertura por seguros médicos
En muchos países, la cobertura del seguro médico para la semaglutida puede depender del diagnóstico. En el caso de la diabetes tipo 2, suele estar cubierta, pero para el uso en pérdida de peso, la cobertura varía ampliamente. Puedes explicar las opciones disponibles y si existen programas de apoyo del fabricante para reducir costos.
Comparativas de medicamentos para la obesidad y la diabetes
Conoce las diferencias y similitudes entre los diferentes medicamentos para la obesidad y la diabetes tipo 2 que existen actualmente:
Preguntas frecuentes sobre la semaglutida
¿Puedo usar semaglutida si no tengo diabetes?
Sí, la semaglutida está aprobada para personas con obesidad o sobrepeso, incluso si no tienen diabetes. En estos casos, se prescribe para la pérdida de peso.
¿Cuánto tiempo tarda en hacer efecto?
Los efectos sobre el control del apetito y la pérdida de peso pueden notarse después de algunas semanas, pero la pérdida de peso significativa suele ocurrir en un período de varios meses. Para el control de la glucosa, la mejora puede verse en unas pocas semanas.
¿Puedo dejar de usar semaglutida una vez que alcance mis objetivos?
La semaglutida es más efectiva cuando se usa de manera continua. Detener el uso sin la supervisión de un médico puede resultar en la recuperación del peso perdido o en un mal control de la glucosa.
Busca por categoria
Nombre del articulo