¿Cómo debe ser la dieta para la obesidad? Elementos clave que no pueden faltar
¿Cómo debe ser la dieta para la obesidad? Elementos clave que no pueden faltar
¿Cómo debe ser la dieta para la obesidad? Elementos clave que no pueden faltar
¿Cómo debe ser la dieta para la obesidad? Elementos clave que no pueden faltar

¿Cómo debe ser la dieta para la obesidad? Elementos clave que no pueden faltar

5 de set. de 2024

La forma en que comes es un elemento clave para bajar de peso. Así como hay alimentos que te hacen subir de peso, también hay alimentos que te ayudarán a perder calorías. 

Sin embargo, al momento de adquirir alguna dieta para tratar la obesidad hay una serie de cosas que debemos tomar en cuenta debido al riesgo de deficiencias nutricionales y de efecto rebote, especialmente en dietas demasiado restrictivas. 

Por esa razón, en este artículo queremos presentarte los elementos clave que debería incluir una dieta para la obesidad. Al final te recomendamos una dieta que te pueda ayudar a bajar de peso. 

Elementos principales de una buena dieta para la obesidad

Alimentos Nutritivos y Saciantes

Uno de los aspectos más importantes de una dieta para la obesidad es la elección de alimentos que sean nutritivos y saciantes optando por alimentos que nos proporcionen una gran cantidad de nutrientes en relación a su contenido calórico. Algunos de estos alimentos incluyen:

  • Verduras y hortalizas: Son bajas en calorías pero ricas en fibra, vitaminas y minerales. Además, nos ayudan a sentirnos llenos por más tiempo, lo que reduce la necesidad de comer en exceso.

  • Proteínas magras: Incluir fuentes de proteínas como pollo, pavo, pescado, huevos, y legumbres es esencial. Las proteínas no solo son esenciales para la reparación y el crecimiento de los tejidos, sino que también aumentan la saciedad.

  • Grasas saludables: Las grasas no son enemigas, pero es importante elegir las adecuadas. El aguacate, el aceite de oliva, los frutos secos y las semillas son fuentes de grasas saludables que pueden ayudar a controlar el apetito.

  • Carbohidratos complejos: Optar por carbohidratos complejos como los que se encuentran en los granos enteros (avena, quinoa, arroz integral), frutas, y legumbres es fundamental. Estos se digieren más lentamente, lo que evita los picos de glucosa en sangre y nos mantiene satisfechos por más tiempo.

Control de las Porciones

El control de las porciones es otro elemento clave. Incluso los alimentos saludables pueden contribuir al aumento de peso si se consumen en exceso. Es importante aprender a identificar las porciones adecuadas y ser conscientes de cuánto estamos comiendo. 

Algunas técnicas que puedes utilizar para controlar las porciones son las siguientes: 

  • Comer despacio: Tomarnos el tiempo para masticar bien los alimentos y disfrutar de cada bocado puede ayudarnos a sentirnos llenos con menos cantidad de comida.

  • Platos más pequeños: Usar platos de menor tamaño puede hacer que las porciones parezcan más grandes y ayudarnos a consumir menos calorías.

  • Servir las comidas antes de comer: Evitar comer directamente del envase o de grandes fuentes, ya que esto puede llevar a consumir más de lo necesario.

Hidratación adecuada

El agua juega un papel crucial en nuestra salud y en la pérdida de peso. A menudo, confundimos la sed con el hambre, lo que nos lleva a comer cuando en realidad lo que nuestro cuerpo necesita es agua. 

Mantenernos bien hidratados puede ayudarnos a controlar el apetito y mejorar nuestro metabolismo. Se recomienda beber alrededor de 8 vasos de agua al día, lo que pueda variar según el peso y el tamaño de cada persona. 

Hábitos saludables para complementar la dieta

Comer con regularidad

Establecer un patrón regular de comidas es fundamental para evitar el hambre extrema, que a menudo conduce a elecciones alimentarias poco saludables o a comer en exceso. Tres comidas principales y dos meriendas equilibradas a lo largo del día pueden ayudarnos a mantener nuestros niveles de energía estables y a controlar el apetito.

Evitar el consumo de alimentos ultraprocesados

Los alimentos ultraprocesados, como las bebidas azucaradas, las golosinas, los snacks salados y las comidas rápidas, suelen ser ricos en calorías vacías, grasas saturadas, azúcares añadidos y sodio. 

Estos productos no solo contribuyen al aumento de peso, sino que también pueden interferir con nuestra capacidad para perderlo. Sustituir estos alimentos por opciones más naturales y mínimamente procesadas es esencial para una dieta exitosa.

Mindful eating o comer con consciencia

La práctica del "mindful eating" implica estar plenamente presentes durante las comidas, prestando atención a nuestras señales de hambre y saciedad, así como a la experiencia de comer. Esto puede ayudarnos a disfrutar más de los alimentos y a comer solo lo necesario. Es útil evitar distracciones como la televisión o el uso de dispositivos electrónicos mientras comemos.

Elementos principales de una buena dieta para la obesidad

Factores complementarios: Más allá de la dieta

Ejercicio físico regular: Un pilar fundamental en la gestión de la obesidad

El ejercicio físico regular es una de las herramientas más poderosas que tenemos a nuestra disposición para combatir la obesidad. No solo nos ayuda a quemar calorías y a perder peso, sino que también ofrece una serie de beneficios adicionales que mejoran nuestra salud general y calidad de vida. 

Beneficios del ejercicio para la salud

El ejercicio físico tiene un impacto positivo en múltiples aspectos de nuestra salud:

  • Quema de calorías y reducción de peso: El ejercicio aumenta el gasto energético, lo que significa que quemamos más calorías de las que ingerimos. Esto es esencial para la pérdida de peso, ya que la obesidad es el resultado de un desequilibrio energético donde la ingesta de calorías supera al gasto.

  • Mejora de la salud cardiovascular: El ejercicio regular fortalece el corazón, mejora la circulación y reduce el riesgo de enfermedades cardiovasculares, que son comunes en personas con obesidad. Actividades como caminar, nadar, o andar en bicicleta pueden reducir la presión arterial, mejorar los niveles de colesterol y disminuir la inflamación en el cuerpo.

  • Aumento de la masa muscular y del metabolismo: Al participar en actividades físicas que fortalecen los músculos, como el entrenamiento con pesas, incrementamos nuestra masa muscular. Esto es beneficioso porque los músculos queman más calorías en reposo que la grasa, lo que significa que un cuerpo con más masa muscular tiene un metabolismo más activo.

  • Mejora del estado de ánimo y reducción del estrés: El ejercicio libera endorfinas, las llamadas "hormonas de la felicidad", que mejoran nuestro estado de ánimo y reducen los niveles de estrés y ansiedad. Esto es particularmente importante para las personas con obesidad, ya que el estrés y las emociones negativas pueden llevar al consumo excesivo de alimentos como mecanismo de afrontamiento.

  • Mejor calidad del sueño: La actividad física regular puede ayudarnos a dormir mejor, lo que es crucial, ya que el sueño insuficiente está relacionado con el aumento de peso. Un buen descanso permite que el cuerpo se recupere y regule mejor las hormonas del apetito, como la leptina y la grelina.

    Beneficios del ejercicio para la salud

Tipos de ejercicio recomendados 

Al considerar qué tipo de ejercicio es el más adecuado para ti, es importante tener en cuenta la seguridad, la accesibilidad y la efectividad de las actividades. A continuación, presentamos algunas de las opciones más recomendables:

  • Ejercicio aeróbico de bajo impacto: Actividades como caminar, nadar, andar en bicicleta y hacer ejercicios en el agua son ideales para empezar. Estas formas de ejercicio son de bajo impacto, lo que significa que ejercen menos presión sobre las articulaciones, que a menudo ya están sometidas a estrés. 

  • Entrenamiento de resistencia: Incorporar fuerza, como levantar pesas o usar bandas elásticas, es fundamental para desarrollar masa muscular. A medida que construimos músculo, no solo mejoramos nuestra fuerza, sino que también aumentamos nuestra capacidad de quemar calorías, incluso en reposo.

  • Ejercicios de flexibilidad y equilibrio: Actividades como el yoga o pilates pueden ser beneficiosas para mejorar la flexibilidad, el equilibrio y la coordinación. Estos ejercicios no solo ayudan a prevenir lesiones, sino que también promueven una mejor postura y alivian el estrés.

  • Intervalos de alta intensidad (HIIT): Para aquellos que estén en una condición física adecuada, el entrenamiento de intervalos de alta intensidad (HIIT) puede ser una opción efectiva. Este método combina breves ráfagas de ejercicio intenso con períodos de descanso o ejercicio de baja intensidad, lo que ayuda a quemar una gran cantidad de calorías en un corto tiempo. 

  • Actividades recreativas y de estilo de vida: No todo el ejercicio tiene que realizarse en un gimnasio. Actividades recreativas como bailar, hacer senderismo o jugar con los niños en el parque también cuentan como ejercicio y pueden ser una forma divertida de mantenerse activo.

El uso de medicamentos GLP-1

Los medicamentos que actúan sobre el receptor del péptido similar al glucagón tipo 1 (GLP-1) han emergido como una herramienta útil en el manejo de la obesidad. Estos medicamentos, como la liraglutida y el semaglutida, imitan la acción de una hormona que se produce de forma natural en nuestro cuerpo y que ayuda a regular el apetito y el control de la glucosa en sangre.

Los estudios han demostrado que estos fármacos pueden contribuir a una pérdida de peso significativa cuando se combinan con una dieta adecuada y ejercicio. Sin embargo, es importante que el uso de estos sea supervisado por un profesional de la salud, ya que pueden tener efectos secundarios y no son adecuados para todas las personas. 

Complementar una buena dieta con los medicamentos GLP-1 garantiza las probabilidades del éxito en el tratamiento, ya que reduce la ansiedad por comer y el apetito.

Tenemos todo un artículo sobre los medicamentos GLP-1 en el que puedes ahondar más.

La dieta de longevidad: Una estrategia para la salud a largo plazo

Una de las estrategias dietéticas que ha ganado popularidad en los últimos años es la denominada "dieta de longevidad". Este régimen se basa en los hábitos alimenticios observados en las zonas del mundo donde las personas viven más tiempo y con menos enfermedades crónicas, conocidas como "zonas azules".

Lee nuestro artículo sobre los pilares de la dieta de la longevidad y cómo puede ayudarte a bajar de peso. 

Conclusión

Enfrentar la obesidad requiere un enfoque multifacético que combine una dieta equilibrada, hábitos saludables, ejercicio físico, y en algunos casos, el uso de medicamentos. 

Es fundamental que adoptemos una dieta rica en alimentos naturales, que te ayude a sentirte satisfecho y que proporcione los nutrientes que tu cuerpo necesita para funcionar de manera óptima. 

¿Quieres bajar de peso con la ayuda de profesionales?

En Lonvital tratamos el sobrepeso y la obesidad a través de un enfoque integral con la ayuda de especialistas médicos, nutricionistas, psicólogos y entrenadores personales. Conoce más el método Lonvital y cómo puede ayudarte. 

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