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Incontinencia urinaria: relación con la obesidad y tratamiento
Incontinencia urinaria: relación con la obesidad y tratamiento
Incontinencia urinaria: relación con la obesidad y tratamiento
Incontinencia urinaria: relación con la obesidad y tratamiento

Incontinencia urinaria: relación con la obesidad y tratamiento

La obesidad y la incontinencia urinaria están estrechamente relacionadas. El exceso de peso corporal ejerce presión sobre el suelo pélvico, debilitando al mismo y provocando fugas de orina. 

En este artículo, exploramos cómo la obesidad contribuye a este problema y qué tratamientos existen para mejorar la calidad de vida de las personas que la padecen.

¿Qué es la incontinencia urinaria?

La incontinencia urinaria es una afección que se caracteriza por la pérdida involuntaria de orina. Esto significa que una persona puede experimentar fugas de orina al toser, reír, hacer ejercicio o incluso sin ninguna razón aparente.

Causas de la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria se puede presentar en el paciente debido a diversas causas, como:

  • Debilitamiento del suelo pélvico: estos músculos soportan los órganos pélvicos, como la vejiga y el útero (cuando estos se debilitan, pueden ocurrir fugas de orina). El embarazo, el parto, la menopausia y el envejecimiento son factores que pueden contribuir a este debilitamiento.

  • Obesidad y sobrepeso: el exceso de peso ejerce una presión adicional sobre el suelo pélvico, lo que puede agravar la incontinencia. Además, la grasa abdominal puede comprimir la vejiga y la uretra, dificultando por ende el control de la micción.

  • Infecciones del tracto urinario: causadas principalmente por bacterias (las cuales irritan la vejiga y pueden provocar una necesidad urgente y frecuente de orinar). Los síntomas pueden incluir dolor al orinar, sangre en la orina y fiebre. Si no son tratadas a tiempo, pueden causar daño renal y aumentar el riesgo de incontinencia a largo plazo.

  • Problemas neurológicos: enfermedades como la esclerosis múltiple, el Parkinson y los accidentes cerebrovasculares pueden dañar los nervios que controlan la vejiga y los músculos del suelo pélvico. Esto puede provocar una pérdida de control sobre la micción (ya sea por incapacidad para contraer la vejiga o por incapacidad para relajar el esfínter urinario).

  • Ciertos medicamentos: algunos medicamentos, como los diuréticos utilizados para tratar la presión arterial alta, y ciertos relajantes musculares, pueden aumentar la producción de orina o afectar la contracción de la vejiga. Además, algunos medicamentos para tratar la depresión pueden causar retención urinaria, lo que también puede contribuir a la incontinencia.

  • Procedimientos quirúrgicos: cirugías pélvicas (como la histerectomía o la prostatectomía) pueden dañar los nervios o los músculos involucrados en el control de la vejiga. 

Causas de la incontinencia urinaria

¿Cómo se diagnostica la incontinencia urinaria?

El diagnóstico de la incontinencia urinaria suele ser un proceso relativamente sencillo, pero es fundamental para determinar el tratamiento más adecuado. Un profesional de la salud, generalmente un urólogo o un ginecólogo, realizará una evaluación completa que puede incluir:

Historia clínica 

  • Patrón de fugas: se indaga sobre la frecuencia, la cantidad de orina perdida y las actividades que desencadenan las fugas (esfuerzo, urgencia, etc.).

  • Factores de riesgo: se explorarán factores como la edad, el historial médico, los medicamentos que toma, los embarazos y los partos, y los hábitos de micción.

Examen físico

  • Exploración pélvica: en mujeres, se evalúa el tono muscular del suelo pélvico y se buscan signos de prolapso de órganos pélvicos.

  • Exploración rectal: en hombres, se evalua el tono del esfínter anal y se buscan signos de agrandamiento de la próstata.

Pruebas complementarias

En algunos casos, pueden ser necesarias pruebas adicionales para confirmar el diagnóstico y descartar otras causas:

  • Diario miccional: se pide al paciente que lleve un registro detallado de la cantidad de líquidos que ingiere, la frecuencia con la que orina y los episodios de incontinencia.

  • Análisis de orina: para descartar infecciones o sangre en la orina.

  • Estudios urodinámicos: estas pruebas evalúan la función de la vejiga y la uretra, y ayudan a determinar el tipo de incontinencia.

  • Cistoscopia: un procedimiento que utiliza un instrumento delgado con una luz para examinar el interior de la vejiga.

  • Ecografía: se utiliza para evaluar el tamaño y la forma de la vejiga, así como para identificar cualquier obstrucción.

Tipos de incontinencia urinaria y sus características

  • Incontinencia de esfuerzo: pérdida de orina al realizar actividades que aumentan la presión abdominal (como toser o levantar objetos pesados).

  • Incontinencia de urgencia: ganas intensas y repentinas de orinar, seguidas de pérdida de orina.

  • Incontinencia mixta: combinación de incontinencia de esfuerzo y urgencia.

  • Incontinencia por rebosamiento: ocurre cuando la vejiga no se vacía completamente y gotea continuamente.

Incontinencia urinaria: diferencia en hombres y mujeres

La incontinencia urinaria, aunque puede afectar a ambos sexos, presenta diferencias significativas en sus causas y manifestaciones entre hombres y mujeres.

Principales diferencias:

Causas:

  • Mujeres: el embarazo, el parto, la menopausia y los cambios hormonales asociados a estas etapas.También pueden influir prolapsos de órganos pélvicos y problemas del suelo pélvico.

  • Hombres: la causa más frecuente es el agrandamiento de la próstata (hiperplasia prostática benigna). Otras causas pueden ser cirugías urológicas, infecciones y problemas neurológicos.

Tipos de incontinencia

  • Mujeres: Los tipos más comunes son la incontinencia de esfuerzo (pérdida de orina al realizar actividades físicas) y la incontinencia de urgencia (ganas intensas y repentinas de orinar).

  • Hombres: La incontinencia por rebosamiento (debido a una vejiga que no se vacía por completo) es más frecuente en hombres, especialmente aquellos con problemas prostáticos.

Síntomas

  • Ambos sexos: pérdida involuntaria de orina, sensación de urgencia, goteo, incapacidad para llegar al baño a tiempo.

  • Diferencias: los síntomas pueden variar en intensidad y frecuencia dependiendo de la causa y el tipo de incontinencia.

Prevención de la incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria, aunque a menudo asociada con la edad o ciertas condiciones médicas, puede prevenirse o mitigarse en gran medida a través de cambios en la alimentación y el estilo de vida. 

A continuación te presentamos algunas recomendaciones clave:

Alimentación

  • Limitar la ingesta de alimentos irritantes: algunos alimentos y bebidas pueden irritar la vejiga y aumentar la urgencia urinaria, como por ejemplo la cafeína (café, té, bebidas energéticas), el alcohol, los alimentos ácidos (cítricos, tomates), alimentos picantes, edulcorantes artificiales.

  • Aumentar el consumo de fibra: una dieta rica en fibra ayuda a prevenir el estreñimiento, que puede presionar la vejiga y contribuir a la incontinencia.

  • Controlar el peso: la obesidad ejerce presión adicional sobre el suelo pélvico, por lo que mantener un peso saludable es fundamental.

  • Hidratarse adecuadamente: aunque parezca contradictorio, beber suficiente agua ayuda a diluir la orina y reduce la frecuencia de micción. Evita restringir líquidos en exceso, ya que esto puede concentrar la orina e irritar la vejiga.

Estilo de vida

  • Hacer ejercicios del suelo pélvico: fortalecer estos músculos ayuda a mejorar el control de la vejiga. Puedes realizar ejercicios de Kegel de forma regular.

  • Realizar actividad física regular: el ejercicio, especialmente aquellos que involucran el equilibrio y la fuerza, puede ayudar a fortalecer los músculos del suelo pélvico.

  • Evitar el tabaco: fumar irrita la vejiga y puede debilitar los músculos del suelo pélvico.

  • Controlar el peso: mantener un peso saludable reduce la presión sobre la vejiga y los músculos del suelo pélvico.

  • Evitar el estreñimiento: el estreñimiento puede aumentar la presión sobre la vejiga y empeorar la incontinencia.

  • Evitar levantar objetos pesados: esto puede poner tensión en los músculos del suelo pélvico.

Hábitos de micción

  • Establecer un horario regular para ir al baño: para ayudar a entrenar la vejiga.

  • No retrasar la micción cuando sientas la necesidad: ya que al retener la orina, se puede sobrecargar la vejiga.

  • Vaciar completamente la vejiga al orinar: no interrumpas el flujo de orina a mitad del camino.

Tratamientos médicos

  • Medicamentos: en algunos casos, los medicamentos pueden ayudar a relajar o contraer la vejiga, según sea necesario.

  • Toxina botulínica: se inyecta en el músculo de la vejiga para reducir los espasmos y mejorar el control de la vejiga.

  • Estimulación del nervio tibial: un dispositivo implantado envía impulsos eléctricos al nervio tibial para estimular los nervios de la vejiga.

Tratamientos quirúrgicos

En casos graves de incontinencia urinaria, se pueden considerar opciones quirúrgicas:

  • Cintas suburetrales: se colocan cintas sintéticas debajo de la uretra para proporcionar soporte adicional.

  • Suspensión de la vejiga: se realiza para corregir el prolapso de la vejiga.

  • Inyecciones de bulking: se inyectan sustancias en el tejido alrededor de la uretra para estrecharla.

Recomendaciones generales

  • Consulta con un nutricionista y un entrenador físico para establecer un plan de alimentación saludable y un programa de ejercicios adecuado.

  • Incluye en tu rutina de ejercicios actividades de bajo impacto (como caminar, nadar o yoga) para fortalecer los músculos del suelo pélvico y mejorar la salud en general.

  • Control de la vejiga: intenta ir al baño cada 2-3 horas, incluso si no sientes la necesidad.

  • Evitar retener la orina: ve al baño cuando sientas la necesidad de orinar.Intenta vaciar la vejiga completamente.

  • Cuidado de la piel: lava el área genital con agua tibia y jabón suave, seca suavemente y aplica una crema barrera si es necesario para prevenir irritaciones.

  • Seguimiento: acude a las citas médicas de control para evaluar el progreso y ajustar el tratamiento si es necesario.

  • Mantén una buena comunicación con tu médico: informa sobre cualquier cambio en los síntomas o efectos secundarios de los tratamientos.

  • Reduce el estrés: practica técnicas de relajación como la respiración profunda o la meditación.

  • Utiliza productos de protección: usa protectores urinarios o ropa interior absorbente para obtener mayor seguridad y comodidad.

  • Duerme lo suficiente: recuerda que un descanso adecuado ayuda a regular las funciones corporales.

Preguntas frecuentes

¿Cómo afecta la obesidad al sistema urinario?

La obesidad ejerce presión sobre la vejiga y el suelo pélvico, debilitando los músculos y aumentando el riesgo de incontinencia. Además, puede contribuir a otras afecciones como infecciones urinarias y cálculos renales.

¿Puede la obesidad causar enuresis?

Si bien la obesidad no es la causa principal de la enuresis, puede influir indirectamente. El exceso de peso ejerce presión sobre la vejiga, dificultando el control de la micción. Además, la obesidad a menudo se asocia con otros problemas de salud que pueden contribuir a la enuresis, como la apnea del sueño.

¿Perder peso ayudará con la incontinencia?

Sí, perder peso puede ayudar significativamente a mejorar la incontinencia urinaria, ya que al reducir el peso corporal, se alivia la presión sobre la vejiga y el suelo pélvico, lo que puede reducir los episodios de incontinencia.

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